El número de hospitalizaciones en España se duplicará para 2050, según los cálculos de expertos en Medicina Interna. Este incremento afectará sobre todo a los pacientes mayores, pluripatológicos y dependientes. Personas que necesitan cuidados complejos y un enfoque holístico. La población de más de 65 años pasará del 20 % actual al 30 % en 2055, lo que explica gran parte de este aumento.
Actualmente, más de la mitad de las altas hospitalarias corresponden a personas mayores de 74 años. En los mayores de 90 a 95 años, la prevalencia es aún mayor. La multimorbilidad afecta al 60 % de quienes superan los 65 años, aumentando mortalidad, ingresos repetidos y disminuyendo la calidad de vida. Muchos de estos pacientes presentan alta dependencia y un riesgo elevado de reingreso o fallecimiento.
Los expertos insisten en que el modelo sanitario tradicional, centrado en enfermedades individuales, no es suficiente. Genera duplicidad de pruebas, visitas innecesarias y aumenta el riesgo de interacciones farmacológicas. Por eso, la atención multidimensional y la visión integral del médico internista son clave. Evaluar funcionalidad, estado cognitivo y comorbilidades permite priorizar intervenciones personalizadas y mejorar los resultados clínicos, según ha publicado Europa Press.
Los pacientes mayores ingresados en Medicina Interna presentan desafíos adicionales. El delirium y el deterioro funcional durante la hospitalización son frecuentes. Hasta un 46 % sufre pérdida de autonomía, y entre un 20 y un 30 % desarrolla delirium. Estas situaciones se relacionan con estancias más largas, riesgo de reingreso y aumento del coste sanitario. Estrategias de prevención temprana y medidas no farmacológicas pueden evitar hasta la mitad de los casos.
El síndrome cardiovascular-renal-metabólico afecta a un gran número de pacientes y complica la atención. La interacción entre obesidad, diabetes, enfermedad renal y problemas cardiovasculares aumenta el riesgo de eventos graves. La enfermedad renal crónica, por ejemplo, afecta a más de seis millones de españoles, aunque muchos desconocen que la padecen.
Además, el maltrato en personas mayores es una realidad silenciosa. Entre un 16 y un 45 % de los mayores de 64 años pueden sufrir algún tipo de maltrato, principalmente psicológico, negligencia o económico. Detectarlo requiere formación específica y atención a señales como cambios emocionales, lesiones inexplicables o aislamiento social.
El envejecimiento poblacional y la complejidad de los pacientes obligan a repensar el modelo hospitalario. La atención integral, la coordinación de cuidados y la planificación personalizada se convierten en pilares esenciales para enfrentar un futuro con más ingresos hospitalarios y pacientes más vulnerables.