Hoy: 26 de noviembre de 2024
La Comunidad de Madrid amplía un 50% la inversión, los alumnos beneficiados y los colegios públicos de su Programa de Acompañamiento y Apoyo Escolar para el próximo curso escolar 2022/23 que comienza en septiembre. Esta iniciativa educativa del Gobierno regional tiene como objetivo mejorar el rendimiento académico en la etapa de Primaria. Los estudiantes suben de 5.800 a 11.600, el presupuesto crece de 1,6 millones de euros hasta 3,2 millones y los centros públicos que lo ofrecen aumentan de 230 a 346.
Durante el pasado curso 2021/22 el Programa abarcó 386 clases de 15 menores como máximo en cada una. Para el próximo se incrementarán los grupos donde ya se desarrolla y se suman 116 escuelas más. Gracias a esta medida, en la educación pública madrileña se generarán 385 nuevas aulas de refuerzo que acogerán a otros 5.800 estudiantes. El próximo curso habrá 782 aulas en 346 colegios públicos de la región, casi la mitad de los públicos de la Consejería de Educación y Universidades.
El Programa de Acompañamiento y Apoyo Escolar de la Comunidad de Madrid se creó en el 2014/15. Se trata de un plan que acrecienta las capacidades de los escolares de 4º a 6º de Primaria en situación de vulnerabilidad socioeducativa por escasos recursos y posibilidades de apoyo del ámbito familiar en las tareas educativas. En especial, el aprendizaje de las áreas de Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas y, en concreto, los contenidos relacionados con lectura, escritura, desarrollo del pensamiento lógico-matemático, cálculo mental y resolución de problemas.
Además, pretende ayudar a desarrollar hábitos de trabajo y estudio entre los participantes y facilitar la consecución de los objetivos de la etapa de Educación.
Primaria. Las actividades del Programa se realizan en días lectivos, fuera del horario escolar, durante un mínimo de una hora diaria de lunes a jueves.
Para el curso 2022/23 la Comunidad de Madrid va a seguir fortaleciéndolo con el fin de avanzar también en la convivencia entre los jóvenes, que en ocasiones se refleja en agrupamientos organizados en zonas urbanas, y con ello evitar desigualdades derivadas de factores sociales, económicos, culturales, geográficos y de otra índole.