Hoy: 10 de noviembre de 2024
Con incierto caudal poético, el Rector Magnífico de la Universidad Complutense, despide el otoño felicitándonos con la dorada y difunta hoja de un árbol caído, que contrasta deseándonos paz, renovación y prosperidad… hasta el otoño que viene.
Entre algunas críticas a su galantería, creo en el acierto del Rector al recordarnos la fragilidad de lo que somos, el humano acabamiento, la soledad social por las historias verdaderas que se pisan, la vida desperdiciada en codicias, las altas responsabilidades sobre las que no cesamos de preguntar cuál es el motivo de que sean ocupadas por ignorantes… Todo eso representan las hojas cobrizas del otoño, compañeras de exangües pensamientos, con los que el señor Rector ha querido filosofar despidiendo a diciembre.
Que nadie se extrañe: en la Navidad no cabe el otoño, sino el rojo incesante de la vida que el Niño trae. De ahí que el señor Rector no haya querido interrumpir con la inocencia de sus palabras.