Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha presentado este miércoles su plan para la nueva Selectividad, cuyos cambios verán la luz a partir del curso 2023-2024. La principal novedad reside en la reducción del número de exámenes y en la inclusión de una prueba que evaluará la “madurez” del alumno a través de un procedimiento fijo.
El curso 2023-2024 hará las veces de tránsito, pues la cartera ministerial que dirige Pilar Alegría entiende que es necesario un “cambio gradual” que permita a profesores y alumnos adaptarse a las nuevas circunstancias. En este intervalo, la EBAU contempla un mínimo de cuatro exámenes y un máximo de seis, que se repartirán en: uno de Filosofía, otro de Historia de España, uno correspondiente a la modalidad de Bachillerato escogida, y uno relativo a la “madurez”.
Este último examen consistirá en “un dossier formado por un serie de documentos que giran en torno al mismo tema” y contendrá tanto preguntas de respuesta cerrada como cuestiones de desarrollo de carácter ensayístico. El principal objetivo será “evaluar las destrezas asociadas al ámbito lingüístico”. Durante el curso de su implementación, el 2023-2024, la prueba de “madurez” valdrá un 25%.
El Gobierno considera que a partir de la campaña 2026-2027, las nuevas medidas ya habrán sido asimiladas y será entonces cuando el itinerario de evaluación dé un vuelco. La Selectividad pasará a constar de dos ejercicios. El primero corresponderá a la mencionada prueba de “madurez”, que en esta ocasión tendrá un valor del 75% en la nota final de la EBAU y englobará las principales materias impartidas en Bachillerato, en lugar de limitarse tan solo al ámbito lingüístico.
El 25% restante iría destinado a la materia específica de la modalidad de Bachillerato elegida.