Investigadores del hospital Brigham and Women’s de Estados Unidos han encontrado que la autoinmunidad es responsable de varias enfermedades, incluyendo la esclerosis múltiple. Estos expertos han desarrollado un probiótico que puede suprimir la autoinmunidad en el cerebro.
El doctor Francisco Quintana del centro Anna Romney de enfermedades neumológicas menciona que los probióticos de ingeniería podrían cambiar la manera de tratar enfermedades crónicas, ya que la concentración de los fármacos tradicionales en sangre disminuye después de la dosis inicial.
Este enfoque novedoso es especialmente importante en enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple, que carecen de tratamientos efectivos. El equipo investigó las células dendríticas, presentes en el tracto gastrointestinal y alrededores del cerebro, para comprender su papel en estas enfermedades complejas.
Quintana explica: «Hemos descubierto un mecanismo que actúa como un freno en el sistema inmunológico. En personas con enfermedades autoinmunes, este freno falla y el cuerpo no puede protegerse de su propio sistema inmunológico».
El probiótico se probó en ratones con una afección similar a la esclerosis múltiple. Aunque las bacterias se ubican en el intestino, lograron reducir los efectos de la enfermedad en el cerebro. La ausencia de bacterias en la sangre sugiere que la respuesta observada se debió a señales bioquímicas entre las células intestinales y cerebrales.
Quintana destaca que la utilización de bacterias vivas como fuente de medicamentos ofrece un gran potencial para terapias personalizadas y precisas. Si estos microbios pueden influir en la inflamación cerebral, es probable que su potencial sea valioso en otros contextos también.