Espejos y chocolates

10 de agosto de 2023
1 minuto de lectura
Como su padre tenía una fábrica de chocolates en Villajoyosa, nunca más nos faltaron tabletas en la nevera del piso que compartíamos
Un corazón de chocolate. | Fuente: Wikimedia Commons

Mientras escuchábamos al profesor su magistral lección de Lengua y Literatura, en la banca anterior a la que Lucas y yo solíamos tomar apuntes embelesados, una muchacha con espejo nos miraba descaradamente sin necesidad de darse la vuelta. Los ojos de mi amigo se reflejaban cada día en el cristal con azogue, donde Roxana se retocaba el llamativo y encendido carmín de sus labios.

Como su padre tenía una fábrica de chocolates en Villajoyosa, nunca más nos faltaron tabletas en la nevera del piso que compartíamos. Y Lucas, al concluir los estudios, terminó sabrosamente casándose con ella. Al año nos volvimos a ver:

-He aborrecido el chocolate. Y los espejos por donde paso. Y la universidad, que no nos enseñó a defendernos de las insistencias…

-Pero hombre, le contesté, entre la rutina del azúcar y el cacao, es preferible que recuerdes aquel tiempo atrevido, insinuante y feliz de cuando la dulce niña te miraba.

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

señora del Caudillo" señoras esposa

Señoras de… (II)

Carmen Polo, "La señora del Caudillo"

El callejón de la duda

Don Benito Pérez Galdós ya sitúa este lugar madrileño, de nombre tan singular, como muy cercano al Palacio de Oriente

Dios invocado

Todos los gobernantes tiene sus propios defectos (y los que no gobernamos también)

Impunes

La señora del Presidente de Gobierno ha asistido a la convocatoria de la Asamblea de Madrid