Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha un proceso científico mundial para actualizar la lista de patógenos que pueden causar brotes o pandemias, con el fin de incentivar la inversión, la investigación y el desarrollo (I+D), especialmente en vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos.
A partir de una reunión celebrada el pasado viernes, la OMS ha convocado a más de 300 científicos que examinarán las pruebas sobre más de 25 familias de virus y bacterias, así como la ‘enfermedad X’, que se incluye para indicar un patógeno desconocido que podría causar una grave epidemia internacional.
Los expertos recomendarán una lista de patógenos prioritarios que necesitan más investigación e inversión. El proceso incluirá tanto criterios científicos como de salud pública, así como relacionados con el impacto socioeconómico, el acceso y la equidad. Se espera que la lista actualizada se publique en el primer trimestre de 2023.
Esta lista se publicó por primera vez en 2017 y el último ejercicio de priorización se realizó en 2018. La lista actual incluye la COVID-19, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el ébola, el virus de Marburgo, la fiebre de Lassa, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), las enfermedades Nipah y henipavirales, la fiebre del Valle del Rift, el Zika y la ‘enfermedad X’.
“La selección de patógenos y familias de virus prioritarios para la investigación y el desarrollo de contramedidas es esencial para una respuesta rápida y eficaz a las epidemias y pandemias. Sin las importantes inversiones en I+D realizadas antes de la pandemia de COVID-19, no habría sido posible desarrollar vacunas seguras y eficaces en un tiempo récord”, ha comentado el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan.
Para los patógenos identificados como prioritarios, el Plan de I+D de la OMS para epidemias elabora hojas de ruta que establecen las lagunas de conocimiento y las prioridades de investigación. Cuando procede, se informa a los desarrolladores sobre las especificaciones deseadas para las vacunas, los tratamientos y las pruebas de diagnóstico. También se realizan esfuerzos para mapear, recopilar y facilitar los ensayos clínicos para desarrollar estas herramientas.
“Esta lista de patógenos prioritarios se ha convertido en un punto de referencia para la comunidad investigadora sobre dónde centrar las energías para gestionar la próxima amenaza. Se ha elaborado junto con expertos en la materia y es la dirección acordada para saber dónde debemos invertir energía y fondos para desarrollar pruebas, tratamientos y vacunas. Agradecemos a nuestros donantes, como el Gobierno de Estados Unidos, a nuestros socios y a los científicos que trabajan con la OMS por hacer esto posible”, ha remachado la científico jefe de la OMS, Soumya Swaminathan.