Hoy: 23 de noviembre de 2024
Rafael Ortega, vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM), ha recordado que la carencia en la inversión en atención primaria es algo “común en todas las comunidades autónomas” y que lo ideal sería alcanzar un plan nacional en el que la financiación esté bien respaldada. En la última reunión de la Mesa de Atención Primaria del ICOMEM la asociación profesional ha pedido al Gobierno “blindar un 1% del PIB para atención primaria“.
El órgano colegial ha presentado, además, una declaración conjunta entre sociedades científicas, sindicatos, asociaciones y vocalías de las instituciones colegiales sobre la reestructuración de las urgencias extrahospitalarias en la Comunidad de Madrid. Desde el Colegio de Médicos, afirman, que siempre están dispuestos a tender puentes con la Consejería de Sanidad “porque creemos que si trabajamos de forma conjunta los principales beneficiarios serán nuestros pacientes”. Y defienden que esta reestructuración esté basada en datos “asistenciales, geográficos y científicos”.
Respecto a la huelga convocada, por el sindicato Amyts, a partir del próximo 21, el presidente ha aclarado que “el colegio no apoya esta huelga, pero respetamos las decisiones que tomen nuestros colegiados. No obstante, en esta mesa existirán 9 opiniones distintas al respecto”, refiriéndose a la Mesa de Atención Primaria.
La declaración presentada muestra la preocupación de las instituciones integrantes por la “desorganización en la apertura de los PAC, la reapertura de centros que carecen de material indispensable y las desafortunadas declaraciones en torno al boicot de los profesionales”.
Además, Ortega ha aclarado que esta declaración pretende huir de la politización que hemos visto en estos últimos días y dar unas pautas desde el punto de vista profesional y científico “para mejorar esta reestructuración”.
Así, entiende que haya un deseo de hacer una reestructuración por parte de la consejería, pero cree que tendría que ser algo “más progresivo y con criterios que permitan asegurar la calidad asistencial”. “La consejería siempre nos tendrá a su lado si la idea es trabajar en mejoras no solo de los profesionales sino también de la asistencia a la población”, ha apostillado.
Además de las palabras del vocal, los miembros de la Mesa han elaborado un comunicado conjunto en el que destacan la desorganización en la apertura de los Puntos de Atención Continuada (PAC), los cambios laborales forzados de forma precipitada, tanto a nivel de personal como de material.
También con órdenes verbales de desplazamiento sin dejar constancia por escrito. Denuncian que en muchas ocasiones se avisa a los profesionales “con un mensaje al correo institucional enviado de madrugada, con el cambio de lugar y horario de trabajo a escasas horas del inicio de la jornada“. A lo que hay que sumar que la reapertura de los nuevos centros se haya producido sin contar con el mínimo material indispensable (en muchos no había ni electrocardiógrafo ni desfibrilador).
De este modo, reclaman que todo ello causa una grave merma en la equidad, calidad y seguridad en la asistencia a los pacientes, ante lo cual, proponen que “los responsables que han realizado declaraciones que generen clima de animadversión hacia los profesionales se retracten de las mismas”.
Otra de sus reivindicaciones es que se revierta esta reestructuración hasta que se realice de forma consensuada con los profesionales, teniendo en cuenta la carga y continuidad asistencial, las peculiaridades geográficas -distancia al hospital- y la conciliación familiar. También advierten de que “la implantación de la videoconsulta se realice siguiendo protocolos estrictos, como herramienta complementaria y en ningún caso sustitutiva de la presencia física del facultativo ya que el contacto directo con el paciente y la exploración física es particularmente importante en situaciones de urgencia”.
Por último, solicitan una inversión en Atención Primaria del 25% de lo dedicado a sanidad y el regreso a la jornada de 35 horas.
Además los facultativos ofrecen su colaboración de cara a trabajar y colaborar en el diseño de un plan progresivo y adecuado. “Queremos alcanzar un acuerdo que satisfaga a todas las partes y mantenga los estándares de excelencia con los que venimos trabajando”, explican. Y aprovechan para pedir el máximo “respeto” a la difícil labor de sus compañeros y el más absoluto “rechazo” a cualquier tipo de agresión.