El envejecimiento es un proceso natural que puede ser influenciado por nuestros hábitos diarios. Según diversos especialistas en longevidad, hay ciertas prácticas que pueden ayudar a frenar el envejecimiento y prolongar la vida.
Tal y como recoge Excelsior, una de las primeras recomendaciones es consumir aceite de oliva regularmente, ya que su grasa saludable fortalece el corazón y los huesos, y combate el daño celular. Los expertos aconsejan echar una cucharada a las comidas frías para aprovechar todos sus beneficios. Calentarlo tampoco es una buena opción, ya que al hacerlo pierde sus propiedades y puede generar compuestos que dañan las células y alteran su sabor.
El levantamiento de pesas es otra práctica esencial para la longevidad, especialmente en mujeres. Según Kate Tolo, seguidora del método Blueprint de Brian Johnson, el entrenamiento de fuerza fortalece músculos y huesos, y previene la pérdida de masa muscular con la edad. Incluye ejercicios como sentadillas o kegels en tu rutina para mantener firme el suelo pélvico.
El doctor Kenton Kaufman, de la Clínica Mayo, destaca la importancia del equilibrio y control corporal para la salud y longevidad. Un cuerpo con equilibrio estable reduce el riesgo de caídas y lesiones, y mantiene al cerebro activo. Practica levantarte sin usar las manos para mejorar tu coordinación y fuerza muscular.
Caminar a paso ligero al menos 15 minutos al día puede reducir en casi 20% el riesgo de muerte prematura, según el doctor Jonathan Myers, de la Universidad de Stanford. Un ritmo más dinámico mantiene el corazón activo y mejora la circulación.
Las nueces son otro alimento recomendado para la salud cardiovascular. Su combinación de fibra, grasas saludables y omega 3 favorece la salud del corazón y reduce la inflamación. Incluye un puñado natural en tu dieta varias veces por semana.
Finalmente, el investigador Valter Longo, del Instituto de Longevidad de la Universidad del Sur de California, recomienda cenar al menos tres horas antes de dormir para ayudar al cuerpo a procesar mejor los alimentos y favorecer la regeneración celular nocturna. Incorpora estos hábitos en tu rutina diaria para mejorar tu calidad de vida y prolongar tu longevidad.