La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido sobre el riesgo de sobredosis accidental de paracetamol en solución oral en población infantil, que puede causar efectos graves como toxicidad hepática potencialmente mortal. La alerta se produce tras registrarse recientemente dos casos graves de sobredosis en niños, originados por confusiones en la concentración del principio activo respecto a otros países.
En España, las formulaciones pediátricas de paracetamol en solución oral contienen 100 mg/ml, y la AEMPS subraya la importancia de ajustar la dosis según la concentración del medicamento y el peso del menor. La administración de una dosis superior a la recomendada requiere atención médica inmediata, incluso si no se presentan síntomas iniciales, que pueden aparecer días después. Los signos de sobredosis incluyen mareos, vómitos, dolor abdominal, ictericia e insuficiencia hepática y renal.
La Agencia ha recomendado a los profesionales sanitarios prescribir la dosis exacta en mililitros según el peso y concentración del medicamento, y asegurarse de que los padres y cuidadores comprendan correctamente la posología, el volumen y la frecuencia de administración. Asimismo, han enfatizado la precaución con familias procedentes de otros países, donde las concentraciones de paracetamol pediátrico pueden ser menores, aumentando el riesgo de sobredosis.
Para padres y cuidadores, la AEMPS aconseja seguir estrictamente las instrucciones del prospecto, calcular la dosis en función del peso y la concentración del medicamento, y utilizar correctamente el método de administración, como jeringas dosificadoras o gotas. Además, recuerda que ante cualquier duda es fundamental consultar a un profesional sanitario o farmacéutico.
Finalmente, la Agencia insiste en que si se administra accidentalmente una dosis superior a la recomendada, los niños deben ser llevados a un centro médico aunque no presenten síntomas inmediatos. Según la AEMPS, “los signos y síntomas pueden aparecer posteriormente, en general a partir del tercer día tras la administración”, por lo que la atención temprana es clave para prevenir complicaciones graves.