El huracán Melissa ha alcanzado la categoría 5 y se dirige hacia Jamaica con una fuerza sin precedentes. Los vientos sostenidos superan los 280 km/h y se esperan lluvias torrenciales que podrían inundar gran parte de la isla. Expertos meteorológicos califican a Melissa como la tormenta más potente en más de 170 años. La alerta es máxima.
Las autoridades ya reportan daños en países cercanos. Haití y República Dominicana han sufrido al menos tres muertes y destrozos significativos. En Jamaica, el temor es aún mayor. Las comunidades costeras y las zonas bajas están en riesgo extremo. La población se prepara para lo que podría ser una tragedia histórica, según ha publicado el Diario de Yucatán.
El gobierno de Jamaica ha activado planes de emergencia sin precedentes. Se han emitido órdenes de evacuación en áreas vulnerables. Las escuelas y oficinas públicas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso. Además, se han habilitado refugios temporales y reforzado los hospitales y servicios esenciales.
La población se encuentra en alerta. Familias están protegiendo sus hogares con maderas y sacos de arena. Las carreteras y puentes se vigilan de cerca para evitar accidentes durante las lluvias. Las autoridades advierten que es crucial seguir las instrucciones oficiales. La seguridad de los ciudadanos depende de ello.
Los meteorólogos prevén que Melissa tocará tierra en el sur de la isla durante las primeras horas del martes. Desde allí, avanzará hacia el norte, dejando a su paso destrucción y peligro. Las marejadas podrían alcanzar hasta cuatro metros en la costa sur. Los deslizamientos de tierra son altamente probables, especialmente en las montañas y laderas cercanas.
El impacto de Melissa se anticipa catastrófico. Se esperan inundaciones graves, interrupciones en el suministro eléctrico y daños a viviendas, comercios e infraestructura crítica. Kingston y otras ciudades importantes podrían quedar incomunicadas temporalmente. Las autoridades estiman que la recuperación tomará semanas, si no meses.
Organizaciones internacionales y vecinos caribeños ya ofrecen ayuda humanitaria. Sin embargo, la prioridad ahora es salvar vidas. Los expertos señalan que muchas comunidades costeras podrían quedar aisladas. Por ello, los esfuerzos de evacuación y preparación son vitales.
Melissa también afectará indirectamente a Cuba y otras islas del Caribe. La combinación de vientos extremos, lluvias intensas y marejadas es peligrosa. Se trata de un evento histórico, que podría superar cualquier huracán registrado en Jamaica. La esperanza está en la acción rápida de autoridades y ciudadanos.
La situación es crítica. Jamaica enfrenta una de las tormentas más fuertes de su historia. El llamado es claro: seguir las indicaciones oficiales, mantenerse informado y proteger la vida por encima de todo. Este huracán podría marcar un antes y un después para la isla.