Escogí El apartamento (1960) por la gran belleza del equilibrio tan delicado entre drama y comedia. Me parece una hermosa sátira de las dificultades de la sociedad estadounidense y el mundo laboral de los años 50 logrado por este crack de director vienés.
Es posible que desconozcan la inspiración que Wilder obtuvo de una escena del famoso Breve encuentro (1946). Esta es una historia en la que el dueño del apartamento se lo presta a unos amigos que están manteniendo una relación extramatrimonial. Wilder quiso imaginarse la vida del dueño del apartamento de esta película. Más tarde (1951), el escándalo que produjo el disparo de un productor de cine americano al agente que se acostaba con su mujer en el apartamento de un empleado soltero, permitió a Wilder y a Diamond escribir lo que ocurriría si ese préstamo del apartamento de soltero pertenecía a un trabajador cuyo propósito era el ascenso dentro de la jerarquía de puestos de la compañía aseguradora para la que trabajaba.
En realidad, la película estuvo en la mente de Billy Wilder durante 14 años. Pero hasta 1959 existía en la industria cinematográfica americana el Código Hays que impedía en el cine americano cualquier muestra de infidelidad sin condenarla.
La trigésimo tercera edición de la Academia de los Óscars, celebrada en California en el año 1961, premió a El apartamento con cinco estatuillas. Entre ellos ganó el Óscar a la Mejor Película. Menciono este último porque es el reconocimiento más prestigioso de la industria cinematográfica americana.
El éxito de esta comedia dramática en blanco y negro fue instantáneo. De hecho, fue la última película en blanco y negro que ganó ese Óscar a la mejor película.
El mismo director Billy Wilder reconoce que este filme es su mayor logro como director y guionista en colaboración con su amigo I.A.L. Diamond (1920-1988). Uno de los hábitos extraños de Wilder era la sensación de incomodidad al escribir solo. Se sentía mejor compartiendo habitación a la hora de escribir. Pero la mayoría de guionistas rechazaban trabajar con él debido a sus reacciones insultantes cuando algo no le gustaba. Sin embargo, la amistad y colaboración de Diamond se prolongó 30 años.
Es importante destacar la elección de los personajes y los diálogos, ya que se trata de una película de guion y personajes.
La exageración tanto en los diálogos como en los personajes la convierte en una tragicomedia donde aparecen temas profundos como el suicidio romántico, el arribismo laboral, el adulterio o la dignidad de la persona finalmente recuperada.
Jack Lemmon actúa por primera vez en el anterior filme del director. A partir de aquí este actor será el favorito de Wilder. En El apartamento Wilder lo convierte en el personaje principal. Lo vemos como una persona noble en sus sentimientos. Pero debido a esos juegos ajenos en los que Wilder le envuelve, el director muestra que carece de vida privada. Lo convierte en un cómplice de la sinvergonzonería de sus superiores. Sin embargo, no deja de ser un personaje que nos encanta por su ternura y simpatía.
Para este largometraje, Wilder escoge como mujer protagonista a Shirley MacLaine. Es ella quien actúa de ascensorista en su papel de Fran Kubelik, aunque Wilder pensó primero en Marylin Monroe. El problema fue el esfuerzo como director durante la actuación de Marilyn Monroe en la película Con faldas y a loco (1959). Aún así Wilder siempre elogiaba a Marilyn Monroe como única y genial en sus interpretaciones.
El impactante final abierto entre el empleado y la ascensorista con la última frase de la peli “cállate y juega” evita caer en estereotipos románticos y respeta la complejidad emocional de los personajes.
Billy era el mejor
fantástico divino artículo sobre Bi98k
Muy buen artículo. Se ve que la autora conoce bien el cine
El artículo me ha gustado, interesante.
buena forma de acercarnos a la figura del genial Wilder
Entretenido el artículo. felicidades a la periodista Losada
Buena crónica para cinéfilos y amantes de Wilder
Mcline y Monroe, dos musas del cine