En medio de un panorama internacional cada vez más tenso, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha lanzado una invitación directa y cargada de intención a su homólogo estadounidense, Donald Trump: que visite Ucrania antes de tomar cualquier decisión que pudiera afectar el rumbo del conflicto con Rusia.
«Antes de cualquier decisión, de cualquier plan de negociaciones, ven a ver a la gente, a los civiles, los guerreros, los hospitales, las iglesias, los niños«, expresó Zelenski durante una entrevista con la cadena CBS News, subrayando la importancia de que Trump conozca de primera mano la realidad en su país.
Zelenski, quien ya ha viajado a Washington desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, aseguró que respeta las posturas estadounidenses, pero volvió a insistir en la necesidad de que el expresidente y actual líder republicano se acerque más a Kiev y comprenda la magnitud del sufrimiento que atraviesa la población ucraniana.
En su mensaje, el presidente ucraniano no bajó el tono frente a Moscú: hizo un llamado a mantener una posición firme ante Vladimir Putin, a quien describió como una amenaza concreta. “No se puede confiar en Putin”, afirmó, asegurando que esta advertencia ya se la ha repetido “muchas veces” a Trump. También fue tajante al descartar que el líder ruso tenga alguna intención de detener la guerra o de respetar la soberanía de Ucrania.
«El objetivo último de Putin es revitalizar el imperio ruso y reclamar territorios que ahora están protegidos por la OTAN. Teniendo en cuenta todo esto, creo que podría haber una guerra mundial», advirtió, encendiendo las alarmas sobre las posibles consecuencias geopolíticas del conflicto.
Zelenski también expresó su preocupación por la influencia de la propaganda rusa, incluso en suelo estadounidense. «¿Cómo es posible ver lo que estamos perdiendo o sufriendo (…) y creer que no son los agresores, que no empezaron esta guerra?», se preguntó con frustración.
Su llamado no sólo busca abrir los ojos de Trump, sino también alertar al mundo sobre lo que está en juego: no solo la libertad de Ucrania, sino el equilibrio de poder en toda Europa.