Hoy: 24 de noviembre de 2024
El cerebro es uno de los órganos más desconocidos y complejos del cuerpo humano. Aunque las enfermedades que afectan a esta parte se han disparado en las últimas décadas, existen ciertas medidas que podemos tomar para disminuir los factores de riesgo.
El catedrático emérito del Departamento de Neurociencias de la Universidad del País Vasco, el profesor Juan José Zarranz, aconseja comenzar a cuidar la salud cerebral en torno a los 40 años y no esperar a los 70, cuando “ya es demasiado tarde”.
“Cuando les digo que lo que realmente funciona es lo que todos ya sabemos -ejercicio, buena alimentación y control de factores de riesgo- se sorprenden, pero es la verdad. Lo que pasa es que la gente no lo hace, y cuando se preocupan por su salud cerebral, ya es demasiado tarde. Deberíamos empezar a cuidarnos a los 40, no a los 70”, ha explicado Zarranz durante en un acto de Encuentros con la Salud, organizado por el diario El Correo.
El experto ha asegurado que el envejecimiento de los humanos es “tan inevitable” como el del resto de seres vivos, si bien la mayoría de personas tiene como “principal preocupación” la forma en la que envejece el cerebro.
Si bien “no existe la píldora de la juventud”, Zarranz ha explicado que un estilo de vida más saludable “puede prevenir muchas de las patologías que aceleran el envejecimiento cerebral”, según un comunicado de Docor Comunicación.
El catedrático ha insistido en que “cosas tan básicas” como realizar ejercicio, vigilar la dieta, controlar la tensión arterial, el colesterol o evitar el tabaco pueden marcar una gran diferencia en la salud cerebral a largo plazo, cuyo envejecimiento puede llegar a ralentizarse.
“El incremento de la longevidad expone al cerebro a enfermedades relacionadas con la edad, especialmente las neurodegenerativas. Es fundamental cuidar la salud global, y eso incluye el cerebro, desde la mediana edad para prevenir problemas mayores en el futuro”, ha manifestado.
Por último, ha recordado que los laboratorios han conseguido retrasar el envejecimiento natural en animales de laboratorio, aunque está lejos de ser una “realidad” para los seres humanos debido a un sistema nervioso más complejo.
“En los animales más primitivos, con sistemas nerviosos mucho más simples, hemos logrado retrasar el envejecimiento natural, pero en los seres humanos esto todavía no es una realidad. Lo que sí hemos conseguido es evitar algunas enfermedades y hacer que muchas personas vivan más, aunque no necesariamente con una mejor calidad de vida”, ha añadido.