Hoy: 25 de febrero de 2025
Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Guardia Civil, han desmantelado una organización criminal dedicada al robo con fuerza de camiones y naves industriales. La operación ha resultado en la detención de 11 personas, aunque no se descartan nuevas detenciones, y se han llevado a cabo seis registros domiciliarios.
La investigación, iniciada en noviembre pasado, detectó un grupo criminal asentado en Madrid y Seseña (Toledo), especializado en robos de camiones, naves industriales y establecimientos comerciales. Durante la operación, los agentes detuvieron a 11 personas con más de trescientos antecedentes penales, caracterizados por su alta movilidad geográfica y el uso de vehículos de alta gama previamente robados para cometer los delitos.
El grupo criminal se especializaba en el robo de mercancías, asaltando naves industriales, almacenes y establecimientos comerciales. También estaban implicados en el robo de camiones, tanto de la cabeza tractora como del semirremolque, logrando grandes botines que causaban severos perjuicios económicos a empresas, comerciantes y transportistas. En uno de los robos en una empresa de Valencia, sustrajeron material valorado en noventa mil euros, parte del cual fue recuperado en los registros domiciliarios.
La organización robaba vehículos de alta gama para ejecutar los robos, utilizando normalmente tres vehículos: uno de lanzadera, otro para materializar el robo y una furgoneta para transportar los efectos robados. Durante la investigación, se descubrió que los detenidos protagonizaban fugas y persecuciones al ser detectados por las fuerzas de seguridad, llegando a calcinar los vehículos utilizados para los delitos.
En las actuaciones simultáneas en Madrid, Parla y Seseña, los agentes realizaron seis registros domiciliarios, y encontraron herramientas y útiles para cometer robos con fuerza, además de grandes cantidades de garrafas de aceite y «sishas» robadas. Los detenidos mostraban una alta especialización en robos con fuerza, manejando herramientas, desactivando alarmas y utilizando inhibidores de frecuencia y técnicas de butrón.
Tras la puesta a disposición judicial, dos de los detenidos ingresaron en prisión. Los investigadores estiman que el perjuicio económico causado por esta organización criminal supera el medio millón de euros.