El amor es, además de otras muchas cosas, una conspiración que elabora alianzas entre los amadores, antes de que les parta el rayo del olvido.
Y esto vale para los esposos, los padres con los hijos, los amigos entre sí. Si no se conspira, se pierde la batalla del encuentro… La Santa Iglesia acaba de anunciar que Piergiorgio Frassatti, muerto en un descuido de salud a los 24 años, va a ser canonizado en el Jubileo del 2025. Se crió entre las abundancias familiares que proporcionan las riquezas. Dueño de un prestigioso periódico turinés, el padre de Piergiorgio amonestaba constantemente al hijo porque no aprovechaba en los estudios y sí en la preocupación por los pobres y en cómo él podía remediarles desde la fe.
A los 24 años murió cuando más falta hacía y su padre, al ver el gentío de menesterosos que acudió al entierro, no cesaba de llorar entre gritos para sí mismo: “No conocí a mi hijo. No lo conocí”…
Queremos educar a nuestros hijos en el negocio de equívocas mejorías sociales, sin conspirar con ellos en la organización de sus ansias. A su muerte, entendemos que hay algo más importante que crecer por fuera: hacerlo por dentro.
pedrouve