Hoy: 23 de noviembre de 2024
La gresca y crispación tan enquistadas desaparecieron ayer en la sala del Pleno de la madrileña calle del Marqués de la Ensenada. Los 19 miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se dedicaron, entre las 10:30 y las 14:30 pasadas, a debatir el procedimiento -con un intermedio para consultas de los llamados grupos conservador (10 vocales más el presidente) y progresista (8 vocales)- para votar a los dos magistrados que sustituirán en el Tribunal Constitucional a Santiago Martínez-Vares (conservador) y Juan Antonio Xiol (progresista), cuyos mandatos de nueve años vencieron el pasado 12 de junio.
Volverán a reunirse en el pleno extraordinario cuando hayan acordado previamente los nombres de los dos candidatos conservador y progresista. En la sesión de este jueves 8 solo se debatió el procedimiento a seguir para hacer la selección a través de una comisión formada ad hoc por vocales de ambos bloques.
Aunque el Pleno fue convocado para cumplir la ley y nombrar a los magistrados, los vocales recibieron la noche del miércoles, según confirmaron varios de ellos a El Periódico, un mensaje de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y el CGPJ, en el cual les informaba que él abriría la sesión con la propuesta de que entre todos se estableciera un procedimiento y que cada uno presentara sus ideas, se tomaran su tiempo y reflexionen sobre ello y vuelvan a debatir.
Los vocales progresistas, asimismo, supieron que el sector conservador estaba decidido a evitar que salieran de este Pleno los nombramientos, de modo que la sesión se limitaría a debatir el llamado “procedimiento”” de elección, sin poner los nombres de los candidatos de ambos bloques sobre la mesa.
Sobre las nueve de la mañana, los vocales progresistas ya estaban reunidos para analizar en una sala cuál iba a ser su posición respecto de este cambio y decidieron anteponer la necesidad de un compromiso de todos para concretar los nombramientos sin centrar la batalla en torno a la fecha del 13 de septiembre, una fecha establecida por la ley aprobada en julio pasado. “Teníamos que hacer el máximo esfuerzo por mantener la calma y evitar enfrentamientos. Que querían evitar los nombramientos ayer, pues bien. Lo importante no era el día sino el acuerdo para hacerlos”, dijo una vocal progresista a este periódico.
Y ello pese a que este sector, como dijo la fuente, llevaba los “deberes hechos”. En los pasados meses de julio y agosto los vocales mantuvieron contactos y se entrevistaron con magistrados para confeccionar su lista de candidatos. En los primeros días de septiembre mantuvieron tres reuniones.
Su lista de candidatos asciende a cinco, y han prestado su consentimiento para ir al TC: José Manuel Bandrés, Ángeles Huet, Pablo Lucas, Eduardo Espín (miembros de la Sala Tercera de lo Contencioso- Administrativo), y Jacobo López Barja de Quiroga (presidente de la Sala Quinta, de lo Militar).
Este sector tendrá, a su vez, que elegir a uno de ellos en la fase final para aprobación del sector conservador y viceversa.
Fuentes consultadas señalan al magistrado Bandrés como el que va a conseguir el apoyo mayoritario en el sector progresista para ser el candidato.
Los magistrados conservadores no poseen al parecer una lista definida como la del sector progresista. O no la quieren exhibir.
Pero candidatos, como las meigas, haberlos haylos: Francisco Martín Marín, presidente de la Sala de lo Civil del Supremo; María Luisa Segoviano, presidenta de la Sala Cuarta de lo Social; Inés Huerta, de la sala Tercera; Antonio Vicente Sempere, magistrado de la Sala Cuarta de lo Social, o Rafael Fernández Valverde, ahora jubilado de la Sala Tercera.
La reunión de este jueves ha “ido como la seda”, según dijeron varios vocales a El Periódico. Lesmes, que habitualmente ordena cuando tiene que intervenir cada uno en los Plenos, se evaporó y dejó hacer, sin coordinar la reunión, de modo que en ciertos momentos el cruce de intervenciones no tenía orden ni concierto. Los vocales del sector llamado progresista Roser Bach, Álvaro Cuesta y Rafael Mozo plantearon el deseo de que el próximo pleno se celebrara el martes día 13 de septiembre. Es decir la fecha en la que el Gobierno, según ha anunciado, tendrá listos los dos nombramientos que le corresponde para sustituir, a su vez, a los magistrados caducados Pedro González-Trevijano (presidente) y Antonio Narváez.
Sin embargo, el sector conservador dejó en claro que se oponía a esa fecha porque lo principal era llegar a un pacto sobre los candidatos.
La vocal Concepción Sáez, sin apoyo de su propio grupo progresista, explicó que toda negociación debe ir acompaña de un calendario. Y que el plazo debía ser el martes 13. De modo que propuso votar que el Pleno fuera celebrado el 13 de septiembre para asegurar la voluntad de hacer los nombramientos, si hiciera falta, a las doce de la noche del martes próximo.
El vocal José María Macías, que llevó la voz cantante durante todo el Pleno, con un Lesmes ausente, levantó el tono de voz no sin cierta irritación, en contra de la propuesta. “Conozco como se negocia. Lo he hecho en muchos ámbitos”, zanjó.
Que los vocales conservadores se saltarían la fecha del 13 era un secreto a voces.
Durante la reunión, tanto Cuesta como Macías oficiaron de representantes de los bloques conservador y progresista para elaborar el procedimiento de votación.
¿Por qué no se aplicó el método utilizado en 2013? Lesmes anunció en su día que se haría lo mismo. En aquella ocasión Martínez-Vares y Xiol salieron elegidos después de anunciarse por el CGPJ a través de su página web que todos los interesados en los puestos podían enviar su curricular. Pero el sector conservador, que mantenía el bloqueo total a hacer la renovación, le persuadió para que no lo hiciera. Si se hubiera hecho lo mismo, el procedimiento estaría a punto., sin tener que dedicar toda una mañana cuando está el plazo legal del martes 13 para elaborar el “reglamento” para votar (ver documento elaborado ayer)
¿Qué pasará ahora? Para encarar la futura negociación de los nombres el sector progresista dio sus tres nombres para integrar la comisión ad hoc: Álvaro Cuesta, Roser Bach y Rafael Mozo. Los conservadores se abstuvieron de nombrar a los suyos porque no iban preparados para ello.
El Gobierno no tiene ya necesidad, según fuentes de La Moncloa, de forzar la mano para cumplir con sus nombramientos el 13 de septiembre, toda vez que los del CGPJ se han puesto en marcha, siempre que sea verdad.
“Hay que ver qué ardid prepara el sector conservador”, señala un magistrado consultado. “Aunque Lesmes ya no parece estar por la labor, los conservadores pueden tener el deseo de aplicar su legado: aparte de nombrar a un candidato propio más militante, lograr con sus votos que del sector progresista salga el magistrado al que consideren menos peligroso, más descafeinado”, advirtió. Una vocal lo expresa de este modo: “En el sector progresista se consideran candidatos propios a algunos magistrados que se distinguen de los conservadores más por su talante dialogante que por su sesgo ideológico, que no es de izquierdas. Los conservadores intentarán elegir el suyo propio e influir en que sea el progresista que ellos prefieran”.
El sector progresista, si se incluye a Enrique Lucas, hermano de Pablo Lucas, el magistrado de las Sala Tercera que se encarga del control de las peticiones del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), cuenta ahora con 8 vocales, tras la muerte de Victoria Cinto. Los conservadores son 10 más Lesmes.
Resumen: los conservadores aspiran saltándose la fecha del 13 de septiembre a lograr una pequeña victoria, mostrar quien manda aquí. No se cuadran, tras el discurso de Lesmes del pasado miércoles, a la pretensión de nombrar a los dos candidatos antes o en esa misma fecha, y han dado una patada al balón hacia final de septiembre, para darse un margen para posibles nuevas maniobras.