Hoy: 22 de noviembre de 2024
El pasado 22 de agosto se conocía la noticia del fallecimiento de Carlos Sarriá, más conocido como Charlie en las redes sociales, a causa del sarcoma de Edwin contra el que luchaba desde hacía un par de años. El joven alicantino de 20 años se definía a sí mismo como “un chaval normal, pero con cáncer” y retransmitía su día a día para sus miles de seguidores vía Instagram, TikTok o Twitch.
Su manera de ver la vida y su propia enfermedad, así como su optimismo y ‘buen rollo’, le sirvieron para ganarse en poco tiempo el corazón de muchísimas personas que seguían asiduamente su contenido en redes sociales. Sin embargo, su muerte pilló por sorpresa a todos cuando se anunció vía Instagram con un escueto mensaje, pero que captaba a la perfección la esencia de Charlie: “Adiós hijos de p., nos vemos en la otra vida”.
Tras conocerse la noticia, gran cantidad de personajes públicos del mundillo de las redes, así como miles de personas anónimas, se volcaron con él y su familia, llenando sus perfiles de mensajes de ánimo para ellos. Debido a esto, los seguidores de Charlie no pararon de aumentar en cuestión de horas y han alcanzado más de cinco millones en TikTok y un millón en Instagram. También la novia de Charlie, Nerea, que mostraba desde hacía tiempo su rutina diaria junto a él, subía de seguidores exponencialmente sobrepasando la cifra de los dos millones en TikTok y del millón también en Instagram.
Este hecho no pasó desapercibido para un grupo de influencers españoles, de los que ya se van conociendo algunos nombres, que participaron en una conversación vía WhatsApp, donde debatían cómo Charlie y Nerea habían aumentado en tan poco tiempo su impacto en redes.
Tras la excusa de un debate sobre el análisis de tendencias, seguidores y algoritmos de las redes sociales, que deciden mostrar diferentes contenidos al público, se iniciaba una conversación en un chat de grupo en WhatsApp perteneciente a la agencia de influencers “Nickname”.
En ella, varios tiktokers e instagramers españoles a los que siguen millones de personas tras una pantalla, decidieron comentar de una manera frívola y banal, cómo la muerte de Charlie estaba beneficiando en números de seguidores e ingresos, póstumamente, a él mismo y a su familia, en concreto a Nerea.
“Morirse no tiene ningún mérito”, “es el minuto de gloria de cuatro subnormales”, “en vida no consiguieron los seguidores que ahora tienen tras su muerte. Nada más ha cambiado. Lamentablemente, todos los días mueren millones de personas y muchas son igual, o más jóvenes, que este chico”. Estos son algunos de los polémicos mensajes que los seres queridos de Carlos Sarriá han tenido que leer en este grupo.
Además, algunos de los participantes comenzaron a comparar el fallecimiento con otras polémicas virales en redes como deslealtades de parejas influencers, lo que provocó que una chica, miembro del grupo, decidiera plantarles cara y abandonar el mismo indignada. Desde ese momento, la polémica se hacía pública cuando Nerea exponía en sus redes cómo cierto grupo de influencers estaba tratando la muerte de su pareja. Hecho que le valía a los señalados para tildarla de “odiosa” y de “albergar mucho odio dentro”.
Desafortunadamente, Nerea no ha sido blanco de críticas únicamente por esta polémica. También, muchos usuarios de redes, escondidos detrás de una pantalla, se veían con la potestad de indicar a Nerea cómo debía afrontar el duelo de la pérdida de su pareja, a la que había acompañado en su proceso de manera incondicional.
“Aparte de acudir al hospital para acompañar a Charlie, mi rutina también es estar en redes sociales. Entended que yo también quiero estar aquí y que a Carlos le hubiese gustado que yo estuviese aquí, porque puede ayudar a mucha gente y es algo que siempre me ha gustado hacer”, comentaba Nerea en un vídeo en TikTok, dedicado a aquellas personas que la animaban a dejar de subir contenido, algunos incluso atreviéndose a cuestionar la “veracidad” de su dolor por seguir activa en redes sociales.
Tras lo sucedido, miles de personas, tanto seguidores de la pareja como simpatizantes de su causa, han mostrado su apoyo a la familia y seres queridos de Charlie y Nerea. Las publicaciones de ambos son un reflejo de este cariño recibido, inundadas de infinidad de mensajes de ánimo y de rechazo frente a las críticas y la polémica conversación de influencers.
Todo ello ha generado que muchas personas expuestas en los mensajes de WhatsApp hayan disminuido en gran cantidad su número de seguidores, consiguiendo así el efecto contrario a lo que pretendían en su chat, donde promovían ser “noticia” para conseguir un mayor número de visualizaciones. “Da las vibras [sensaciones] de que aquí uno no se come un rosco currando a diario”, ha sido uno de los comentarios realizados por una influencer, lo que le han empujado a subir varios vídeos mostrándose arrepentida y destrozada por las críticas que está recibiendo
Otros tantos han seguido el mismo camino de esta chica y han pedido disculpas, a los que Nerea ha respondido que las acepta, aunque eso no quita que lo que más le duela a ella y al resto de usuarios es que hayan tratado de manera tan poco empática la muerte de una persona. Además, reclaman que muchos de los integrantes del grupo, aunque no participaran en las conversaciones, podrían haber parado en ese momento el desafortunado debate. Sin embargo, la mayoría han echado balones fuera y han armado el mismo discurso: “Cuando leímos los mensajes ya era demasiado tarde para responder”.
La familia y la propia Nerea han querido restarle interés mediático a esta polémica centrándose en lo que Charlie hubiera querido y es que él mismo tenía programado un desfile benéfico en Alicante para el próximo 1 de octubre. Ahora, este evento pasará a ser un homenaje para Carlos, así como para todos los niños y adolescentes que han fallecido a causa del cáncer. El evento quedará a cargo de la Unidad Pedagógica Hospitalaria de Alicante y servirá para dar visibilidad, también, a la falta de investigación que hay para los afectados por el sarcoma de Edwing, uno de los tipos de cáncer menos comunes pero más agresivos que existen.