La entrevista del fiscal Stampa en ‘Fuentes Informadas’, prueba inequívoca de que él y su colega Serrano mienten en escritos oficiales

22 de marzo de 2024
3 minutos de lectura
A la izquierda, los fiscales Miguel Serrano e Ignacio Stampa. A la derecha, el comisario Villarejo. | FI
El fiscal Stampa, en la entrevista que le publicó este periódico el pasado 8 de marzo de 2024. | FI

Que un acusado, que tiene el derecho constitucional a mentir; incluso que su abogado, a sabiendas, le aliente a hacerlo para lograr su exculpación, puede tener un pase, pero que los fiscales, que son los garantes de la legalidad (tienen la misma obligación de acusar al reo que de defenderlo si ven que no hay pruebas) mientan por omisión o frivolidad, es el camino más seguro para patear la racionalidad del sistema judicial.

Cuando un fiscal no tiene pruebas de algo, le está prohibido intuir. Sus escritos, oficiales, tienen un plus de veracidad, porque los jueces los suponen garantes del proceso. No deciden, pero el juez le otorga mucho peso a sus escritos. Si un fiscal no acusa, hay un 90% de posibilidades de que un asunto se archive o acabe en absolución.

Pero tienen que ser serios y respetuosos con la legalidad y el juego democrático que les obliga a tener pruebas para intentar llevar a alguien a la cárcel. No vale todo.

Los fiscales ya ex Anticorrupción Ignacio Stampa y Miguel Serrano (uno, apartado de Anticorrupción, y el otro, de regreso a su anterior destino en las Islas Canarias) son un buen ejemplo de lo que no debe hacer un fiscal. Han sido frívolos y malos fiscales.

Mal fiscal es quien convierte una causa en inquisitorial; pésimo fiscal es quien investiga filtraciones escondiendo la mano, también es quien atribuye a otros unos hechos que no tiene acreditados porque jamás pueden estarlo; y estulto fiscal es aquel que huele la fama y, literalmente, se le va la olla buscando el estrellato; y también innoble acusador es quien, sin tener una sola prueba, solo un vago ensueño, dedica siete folios en dos escritos oficiales a decir que el comisario Villarejo está en la sombra de la creación de Fuentes Informadas.

Prueba inequívoca de que el comisario nada tiene que ver con este periódico, ni es su creador, como han escrito dos veces Stampa y Serrano, es la entrevista al fiscal Stampa que el pasado 2 de marzo publicó este periódico, en la que arremetía contra Villarejo.

Si el comisario Villarejo es el creador de este digital, ¿por qué ha permitido que se publique una entrevista en su propio digital en la que Stampa vuelve a escupirle con razonamientos bastante menos que endebles. Empezó obsesionado con Villarejo, oliendo la fama, lo echaron de Anticorrupción y sigue obsesionado con él. Un fiscal ha de ser neutral.

Y nunca debió permitir que el CNI lo utilizase para urdir una causa judicial tendente a meter en la cárcel a Villarejo y de esa forma poder registrar su casa y llevarse los cientos de grabaciones, entre ellas las de Corinna Larssen, amante del rey emérito Juan Carlos, que el comisario guardaba en su casa.

Para crear esta causa, con independencia de la responsabilidad que los tribunales aprecien en la conducta del comisario, Stampa y Serrano no se han detenido con nada. ¡¡¡Villarejo, el caso de mi vida!!! Así pensaba Stampa.

Le ponía ser un fiscal estrella. Si tenía que perseguir a periodistas, matar al mensajero, lo hacía sin pestañear. En sus noches de barra adivinaba tramas de periodistas títeres del comisario, demonios a batir; forzaba escritos para llevarles al banquillo y los llamaba a declarar (dos veces a quien suscribe estas líneas, aparte de sacarle fotografías en espacios públicos), divulgaba conversaciones profesionales irrelevantes para la causa… Así era Stampa, quien hoy figura de adscrito a la Fiscalía de Madrid, lejos de Anticorrupción. Y también así era Serrano, que retorna a unas islas donde le esperan sin brazos abiertos otros damnificados de frivolidad.

Decir, desvergonzadamente, que Fuentes Informadas ha sido creado por Villarejo, y soltarlo por dos veces en escritos oficiales filtrados a periodistas amigos, es la prueba irrefutable de que sus puñetas deberían estar en otros antebrazos.

A Stampa, desatado tras no ser renovado como fiscal Anticorrupción, le ha dado ahora por hacer una tournée de entrevistas en las que se victimiza y se lamenta de que lo hayan echado de esa fiscalía especial. Y ataca sin piedad al sistema de sus ensoñaciones en los nombres de la exministra Dolores Delgado y al actual fiscal general, Álvaro García.

No han hecho bien Stampa y Serramo al reconocido crédito de la Fiscalía Anticorrupción, en la que sí hay fiscales serios, empezando por sus jefes Luzón y Romeral.

Las fracasadas estrellas de Stampa y Serrano han dejado empantanada la causa que afecta al comisario Villarejo, sobre la que, además, gravitan serias sospechas de que la actuación de ambos sea un paradigma de legalidad y garantías. Ya ha habido tres sentencias absolutorias sobre Villarejo. Ellos dos son ovejas negras.

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1 Comment

  1. Los buenos profesionales cumplen con la tarea social encomendado. Un sistema social mediatizado, corrupto, solo crea monstruos, nada aportan y ese es todo su mérito.

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