El dengue deja miles de casos y cientos de muertes en Argentina

La investigadora Marta Grech explica a Fuentes Informadas que las condiciones climáticas son las que favorecen la presencia del mosquito

El noreste argentino advirtió meses atrás lo que podía pasar si no se tomaban las medidas preventivas para frenar la invasión del mosquito Aedes Aegypti transmisor de la enfermedad del dengue.

A dos meses de aquella alerta —que informó el pasado 9 de enero Fuentes Informadas, desde la zona de la triple frontera: Brasil, Paraguay y Argentina—, la situación sanitaria del país es preocupante.

La amenaza de una epidemia de dengue está a punto de dejar de serlo y pasar a concretarse. Si ocurre, sería devastadora para la debilitada sanidad pública.

La proliferación del transmisor y los casos de dengue en aumento en casi todo el territorio, inclusive en zonas frías como la Patagonia, puso en guardia a los investigadores.

Según el infectólogo y consultor Hugo Pizzi, las enfermedades tropicales ya están presentes en zonas consideradas frías como las del Paralelo 42 sur que define el límite entre las provincias sureñas de Río Negro y Chubut.

Por su parte, la investigadora Marta Grech, del CIEMEP (CONICET-UNPSJB), quien se especializa en la ecología de mosquitos, explicó a Fuentes Informadas que las condiciones climáticas son las que favorecen la presencia del mosquito, y agregó que “lo climático es lo que le pone un límite a distribución del mosquito”.

En este contexto complejo generado por las consecuencias de los cambios climáticos, Pizzi definió a la situación del dengue como muy preocupante, al haberse alcanzado casi 50 mil casos registrados a nivel nacional y otros subregistros, que hacen que el índice sea aún más elevado.

“Quien padece esta patología queda en una fragilidad para el futuro. Al ser cuatro serotipos, si el mosquito en otra oportunidad nos introduce otro serotipo nos puede dar un cuadro más grave todavía”, explicó.

Por otro lado, señaló que una persona sólida y equilibrada puede superarlo, pero puede afectarse su organismo en un futuro.

Para Pizzi, la única forma de frenar este particular avance del desequilibrio ecológico es la vacuna, aunque advirtió el especialista, sobre la indiferencia social que hay en el país frente a la enfermedad.

Vacunas lejos del alcance de la gente

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, (ANMAT) de Argentina aprobó la comercialización de la vacuna TAK-003, creada por el laboratorio japonés Takeda, y la CYD-TDV, del laboratorio Sanofi Pasteur, para evitar la enfermedad de dengue, pero los costos están lejos del alcance de la mayoría de los argentinos. Mientras, el salario mínimo en el país es de 180.000 pesos, la vacuna cuesta 150.000 y no está incluida en el cronograma de vacunación obligatoria, es decir, Salud Pública no la provee.

En este sentido, se estima que un ciudadano debería pagar aproximadamente 150 mil pesos para comprar las dos dosis necesarias para inmunizarse, y según la información oficial la vacuna reduce el 95% de probabilidad de que una persona se hospitalice.

Dos dosis forman el esquema completo que garantiza que haya un 95% menos de probabilidad de ser hospitalizado.

Las mujeres, los niños pobres, las personas étnicas y los jubilados son los más vulnerables a la enfermedad, y precisamente, constituyen los sectores de las poblaciones que tienen más dificultades para acceder al sistema de salud.

Por otro lado, las autoridades sanitarias alertaron sobre una posible suba de casos de dengue durante marzo, debido a que la propagación del mosquito Aedes Aegypti podría aumentar ante el incremento de los niveles de lluvias esperados para los siguientes tres meses.

De acuerdo con la información publicada en el Boletín Epidemiológico Nacional, durante las primeras siete semanas del 2024 se contabilizaron un total de 40.937 casos positivos en todo el país. Frente al desarrollo que tuvo la epidemia este verano, el Ministerio de Salud de la Nación advirtió que la cifra aumentó el 2.546% a lo registrado el año pasado.