Hoy: 23 de noviembre de 2024
Hace cinco años Poliana Kovaleva pagó 4,4 millones de libras esterlinas (5,2 millones de euros) en «cash», dinero contante y sonante –sin hipoteca alguna–, por un lujoso apartamento en el barrio londinense de Kensington –la tercera zona más cara de la capital–. Tenía entonces 21 años e iba a cursar un máster en Economía y Estrategia de los Negocios en el Imperial College, que tiene su base en esa ciudad. ¿Pagado todo por Sergei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, amante de su madre?
Kovaleva está hoy en el listado de familiares y personas afines al gobierno ruso que viven en Inglaterra y sobre los que los parlamentarios británicos quieren que se actúe, imponiéndoles sanciones económicas la próxima semana a no más tardar, según The Telegraph.
Como respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
¿Cuál es el origen del dinero que aportó en la compra?, se preguntan. Ciertamente una joven sin oficio y sin beneficio no podía disponer de una cantidad de dinero de esa forma.
El Reino Unido dispone de un recurso legal, la llamada Orden de Riqueza Inexplicada, un procedimento que permite exigir a los propietario de activos sospechosos de grandes cuantías que demuestren cómo los han pagado.
Si no lo pueden hacer, se presume que los activos, como en el caso del piso Kensington, fueron adquiridos ilegalmente, lo que permite su incautación.
Hasta ahora se han congelado las propiedades y activos de 23 oligarcas rusos y «facilitadores» de Vladimir Putin, en Gran Bretaña pero la Cámara de los Comunes maneja un listado que se eleva a los 140, entre los que se encuentra Kovaleva.
Poliana, de acuerdo FBK, las siglas de la Fundación para la lucha contra la corrupción, ONG que fue disuelta por el tribunal de Moscú el 9 de junio de 2021, es la hija de Svetlana Polyakova, amante del actual ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, uno de los hombres de máxima confianza del presidente de Rusia, Vladimir Putin. El hombre que dio la orden de ocupar Ucrania.
Tanto Putin como Lavrov están siendo investigados por el fiscal del Tribunal Penal Internacional en relación con los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos con esta invasión.
The Daily Mail publicó en septiembre de 2021 que Lavrov llevó a su amante, que es actriz y restauradora, a más de 60 viajes al extranjero en «misiones diplomáticas» Francia, Italia, Suiza, Japón, Singapur, Portugal y Grecia–.
Además, le financia su lujoso estilo de vida. El periódico británico cita como fuente un informe del equipo del opositor ruso, Alexei Navalny.
Algunos de los viajes incluyeron vacaciones de lujo y visitas a casas opulentas y yates -entre ellos un barco propiedad del oligarca Oleg Deripaska-, y la pareja, en algunos casos, estuvo acompañada por la madre, las hijas y la sobrina de Polyakova.
En los medios británicos recuerdan que Lavrov acusó dos veces al Reino Unido de utilizar armas químicas. La primera vez le imputó haber montado el envenenamiento de Salisbury, en marzo de 2018. El análisis de las muestras analizadas in situ concluyó que era el A234, un agente nervioso de la familia Novichok desarrollado por el Ejército soviético durante la guerra fría.
La segunda vez fue recientemente. Por el envenamiento de Navalny. Sucedió el 20 de agosto de 2020. Las investigaciones realizadas posteriormente demostraron que se le había aplicado veneno en su ropa interior antes de que tomara un vuelo de Tomsk a Moscú.
Durante el vuelo, Navalny enfermó violentamente, por lo que fue trasladado urgentemente a un hospital en Omsk, después de un aterrizaje de emergencia. Allí se le aplicó un coma inducido. Dos días después fue evacuado al hospital Charité en Alemania.
Navalny permaneció en coma inducido hasta el 7 de septiembre, cuando empezó a responder a estímulos verbales. Recibiría el alta el 23 de septiembre, pero continuiría su estancia en Alemania hasta completar su rehabilitación física.
El Gobierno británico ha rechazado hacer ningún comentario, por razones legales y, en parte, para evitar poner en evidencia a los oligarcas, dándoles tiempo para trasladar sus activos fuera del país.
Sin embargo, ha dejado clara su intención de sancionar a los 351 miembros de la Duma que votaron a favor de reconocer a las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk como independientes, socavando así la soberanía de ese país invadido.