Dieciocho personas han fallecido ahogadas este fin de semana en playas y piscinas de toda España, cuatro de ellas en la costa catalana en menos de 24 horas, en Valladolid, Málaga, Alicaante y un niño en Zaragoza.
El sábado, un hombre de 55 años murió ahogado en la playa del Salatar de Roses (Gerona), en una jornada de bandera amarilla por el estado de la mar. La víctima fue rescatada del agua inconsciente, y las maniobras de reanimación resultaron infructuosas.
La misma tragedia sucedió en la playa del Miracle de Tarragona, con otra bandera amarilla. También en la playa de la Rubina de Castelló d’Empúries (Gerona), con la muerte de un bañista de 60 años.
Por su parte, otro hombre de 65 años murió ahogado mientras se bañaba en la playa de la Estartit, en Torroella de Montgrí (Gerona). También ondeaba la bandera amarilla por el estado del mar.
Este fin de semana, ha habido cuatro muertes en las playas catalanas, y diez en lo que llevamos de verano. Protecció Civil pide extremar las precauciones en estos sitios y en piscinas, en medio de un episodio de temperaturas muy altas.
Por otro lado, han fallecido dos personas ahogadas en piscinas: un hombre de 75 años, en Medina del Campo (Valladolid), y un niño de ocho años, en el barrio zaragozano de Casetas.
En 2022, la playa fue el escenario donde se registró un mayor número de muertes por ahogamientos, un 55% del total, seguido de ríos y piscinas, con un 13%. En lugares desconocidos, este tipo de tragedia fue menos común, con 71 casos.
Casi el 23% de los fallecimientos se dieron en lugares con vigilancia, frente a poco más del 46% producidos en zonas sin vigilancia. Y en donde no procedía vigilancia, el 24%.