El entonces director gerente fue elegido para un periodo de cinco años y a los tres años dejó el cargo según su versión por sus “responsabilidades familiares, particularmente con respecto a la educación de mis hijos”
El 27 de junio de 2007 el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió un comunicado en el que anunciaba que “Rodrigo Rato, director gerente del FMI informó hoy al Comité Ejecutivo que no podrá completar su mandato y que su intención es dejar el cargo en octubre”. También daba cuenta de que Rato había presentado una declaración sobre su decisión. Allí decía: “He tomado esta decisión por razones personales. Mis circunstancias y responsabilidades familiares, particularmente con respecto a la educación de mis hijos, son la razón por la cual dejaré mis funciones en el FMI antes de lo previsto”.
Rato, con el apoyo del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, obtuvo el respaldo de la Comisión Europea y del presidente del Ecofin, el consejo de ministros de Finanzas, el irlandés Charlie McCreevy, quien, además, aconsejó al entonces secretario de Estado de Economía español, Luis de Guindos, que José María Aznar hablase con el presidente de Estados Unidos, Georgw W. Bush, para asegurarse la elección para el importante cargo.
En efecto, Aznar solicitó al presidente Bush el apoyo para esa candidatura, dado el papel que España había asumido en la coalición de los voluntarios para impulsar la guerra de Irak en febrero y marzo de 2003.
El FMI nombró a Rato el 5 de mayo de 2004 director gerente del FMI, uno de los puestos más codiciados del mundo para un economista, por un periodo de cinco años, con categoría equivalente a jefe de estado, con derecho a uso de avión privado para el ejercicio de sus funciones. Su sueldo anual era de 391.440 dólares anuales actualizado cada mes de julio por el índice de precios, y 70.070 dólares en gastos de representación, más un fondo de pensiones y una pensión vitalicia de 80.000 dólares. Todo libre de impuestos. Al renunciar, le correspondía una indemnización por una parte de su salario. Sus billetes de avión y los de su familia eran de primera clase.
Pero en el ecuador de su mandato de cinco año, sorpresa, sorpresa. Rato se marcha.
Una fuente dijo en aquellos días que José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, apuntó al producirse la dimsión: “Hay solo tres personas públicas que aparte de Rato conocen el motivo por el cual Rato renunció al FMI: son el primer ministro Gordon Brown, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy y yo”.
En la entrevista con Rodríguez Zapatero del pasado jueves 4 de abril (que publicamos en la edición del domingo) El Periódico de Catalunya preguntó por la salida de Rodrigo Rato como director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2007. Solo tres de quienes apoyaron a Rato conocen el verdadero motivo de su renuncia en 2007. Tú eres uno de ellos.
-Me comprometí a no desvelar la razón públicamente y mantendré esa palabra.
-Pero hubo una razón por la que dimitió.
-Hubo una razón, sí; sin duda. -Y no fue de naturaleza…. Se ha hablado de sus inversiones en tres sociedades…Y que la auditora del FMI le preguintó por ello.
-Hubo una razón. Punto.
-¿Fue una razón poderosa?
-Suficiente para la responsabilidad que tenía. Hoy nos parecería menor. Hoy. Porque hemos conocido muchas cosas. Pero suficiente, por velar por la autoridad del cargo.
-Y tú lo supiste enseguida en 2007 cuando anunció que se quería dedicar a la educación de sus hijos.
-Sí, claro. -Y ellos lo supieron porque respaldaron el nombramiento de Rato en 2004.
-Bueno, además Gordon Brown tenía con el FMI una relación…
-Fue presidente del Comité Monetario y Financiero del FMI desde 1999 hasta julio de 2007, unos días después del anuncio de dimisión de Rato.
-Así es, completamente. Bueno, a mí me lo dicen porque es español, obviamente. Yo era presidente en 2004 y le había apoyado.
-Hiciste llamar al Fondo a nuestro director ejecutivo a través de Pedro Solbes…
-No solo eso. Recuerdo mi primera conversación en el Palacio del Elíseo con Jacques Chirac [presidente de Francia] cuando le pedí el apoyo para Rato [en el FMI] y no le gustaba nada. No le gustaba Rato. Recuerdo que Chirac tenía identificado que Rodrigo Rato era un hombre, me dijo, muy soberbio. Esto es la primera vez que lo cuento. Y yo le dije, presidente te pido, se trata de un español, y yo tengo que mojarme y hacer todo lo posible para que salga, aunque sea del PP. Esas son las reglas. `Bueno, vale, apoyaremos´dijo, pero Chirac no quería apoyar a Rato.