El vocabulario de la pobreza… es el discurso que te permites

ALEJANDRO GRANJA

¿Has notado cómo una canción puede quedarse todo el día en tu cabeza? Lo mismo ocurre con los pensamientos: si repites deuda, carencia o miedo, esa “canción mental” no deja entrar nueva música.

Imagina un cajón: no caben dos edredones a la vez. Si tu mente está llena de creencias limitantes, las nuevas afirmaciones no entran hasta que vacíes lo anterior. ¿Cuál es el discurso que repites el 60% del día?

Hoy comparto una herramienta que me funciona: cambiar la intención de las palabras cuando hablo de dinero y abundancia. Tomo tres ejemplos de la coach Macarena Hernández:

• “Poco a poco” → “Paso a paso”
“Poco” alude a escasez; “paso” habla de avance. Mis proyectos no necesitan “poco”, necesitan movimiento.
• “Necesito” → “Quiero”
“Necesito dinero” afirma carencia. “Quiero más ingresos” abre la puerta a recibir. La primera vibra en falta; la segunda, en posibilidad.
• “Lo intentaré” → “Lo voy a hacer”
El mundo está lleno de quienes “intentan” y no actúan. Decide: hazlo, o di honestamente que no puedes y pasa a lo siguiente.

Macarena llama a estas expresiones vocabulario de la pobreza: palabras que, sin darnos cuenta, refuerzan la escasez. Si las mantienes, eso atraerás.

Yo mismo citaba la Biblia y, al salir, me comparaba con medio mundo. Hoy trabajo en llevar esa coherencia a los negocios y a mi lenguaje diario. A veces fallo, pero vuelvo a empezar. Lo sigo haciendo.

En resumen: observa tu discurso, vacía el cajón viejo y habla con palabras que eleven tu frecuencia y tu bolsillo. Al final, la frecuencia con la que vibras es la invitación que le haces a la vida para que te responda en la misma sintonía.

¿Lo vas a hacer… o solo lo vas a “intentar”?

Soy Alejandro Granja Peniche. Comparto mi proceso para inspirar el tuyo.
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*Por su interés, reproducimos este artículo escrito por Alejandro Granja El Netas, publicado en Diario de Yucatán.

El vocabulario de la pobreza… es el discurso que te permites – Diario de Yucatán