El cura amigo del que más de una vez os he hablado, me envió ayer una oración indispensable para sobrevivir al caos donde estamos instalados: “Señor, dame temprano la potestad de comprender el día”.
Aunque busqué recogimiento, me fue imposible conseguir sosiego después de las noticias: Concha Velasco ha muerto; nunca, la Santa Teresa que ella tan excelentemente interpretó. El triministro dice que en Bruselas tienen cero interés por la amnistía del gobierno; allí aseguran lo contrario. El alcalde de Cercedilla, después de vacunarse, ha levantado la irregularidad del chalé que se hizo construir la nueva ministra de sanidad. El exvicepresidente de apellido religioso va a regentar en Madrid un restaurante sólo para rojos. El juez del caso Kitchen parece que cometió un error de tramitación y suspenden por ahora el juicio. El PNV se ofreció a los nazis a cambio de conseguir su independencia…
Esto es un sinvivir. Si me dejan los pulsos de la historia, creo que conviene para la salud dedicarse únicamente a la poesía.