La asistencia está lista para ser entregada a la población palestina tan pronto permitan el paso
La ONU y diversas organizaciones no gubernamentales han reunido una reserva de aproximadamente 3.000 toneladas de suministros en la zona norte de Egipto. Estos suministros están a la espera de que se abra el paso de Rafá, que constituye el único punto fronterizo hacia la Franja de Gaza que no se encuentra bajo el control de Israel. Dicho paso es vital para la entrada de ayuda humanitaria, especialmente en medio de la actual escalada del conflicto en la región.
El Gobierno israelí anunció su disposición para permitir la entrada de esta asistencia, estableciendo que los envíos deberán realizarse exclusivamente a través del paso de Rafá, sin abrir los pasos fronterizos bajo su control. A pesar de esta decisión, las autoridades egipcias aún no han tomado medidas concretas para la apertura del paso, y continúan los bombardeos en diferentes áreas de la Franja de Gaza.
El llamado a la pausa humanitaria y los desafíos del bloqueo de suministros
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha instado a la implementación de una pausa humanitaria “inmediata” y ha viajado a Egipto para tratar personalmente la actual situación con el presidente Abdelfatá al Sisi. Simultáneamente, distintos gobiernos extranjeros han enviado ayuda humanitaria que también aguarda la apertura de la frontera con Gaza.
El Gobierno de Israel ha anunciado que no obstaculizará los suministros provenientes de Egipto, siempre y cuando se trate de alimentos, agua y medicamentos destinados a la población civil en el sur de la Franja de Gaza. Tanto el Gobierno de Benjamin Netanyahu como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciaron este acuerdo.
No obstante, las autoridades israelíes han planteado la posibilidad de tomar medidas si estos suministros llegaran a manos de Hamás, que ejerce control sobre la Franja de Gaza. Además, han dejado claro que no consideran abrir los pasos de Erez o Kerem Shalom. El bloqueo “completo” impuesto por Israel en respuesta a los ataques de Hamás el 7 de octubre ha tenido como consecuencia la interrupción de suministros básicos en el territorio costero.