La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado que un padre deberá seguir pagando la pensión alimenticia de su hija. No mantiene contacto con ella. La joven, de 21 años, tiene una discapacidad permanente en grado total y percibe escasas prestaciones. El padre pidió eliminar la pensión. Alegó que la relación con su hija había sido “nula” y que sus intentos de acercamiento siempre fueron rechazados.
El caso viene de lejos. Las relaciones entre ambos se regularon en cuatro sentencias. Inicialmente, la guarda y custodia quedó asignada a la madre, y el padre podía visitar a la menor en un punto de encuentro familiar. Sin embargo, los acercamientos se suspendieron cuando la niña era pequeña. Más adelante se intentaron reanudar las visitas, pero las dificultades eran graves y se terminó aprobando que los encuentros fueran siempre en presencia de la madre, según ha publicado Europa Press.
A pesar de la ausencia de contacto, los jueces recordaron que la hija tiene derecho a recibir alimentos mientras completa su formación. La sentencia original, dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 66 de Madrid, mantenía la pensión por un año desde su dictado. La Audiencia Provincial rechazó el recurso del padre y ratificó esa obligación.
Los magistrados subrayaron que la falta de relación entre padre e hija era “manifiesta, relevante e intensa”. No obstante, destacaron que la obligación alimentaria no desaparece por la distancia afectiva. La decisión también se apoya en jurisprudencia del Tribunal Supremo, que establece que los padres deben cubrir las necesidades básicas de los hijos hasta completar su formación, aunque la relación personal sea escasa o inexistente.
En este caso, la sentencia refleja un acuerdo ratificado por ambos progenitores. Durante la vista, la propuesta del padre fue aceptada de inmediato por la parte contraria, y el tribunal constató que el acta audiovisual coincidía con el acuerdo oral y con la resolución judicial. Por ello, la pensión se mantiene hasta que la joven concluya su grado de formación profesional en administración, dentro de un año desde la fecha de la resolución.
La decisión de la Audiencia deja claro que, aunque la relación entre padres e hijos sea complicada o incluso nula, las obligaciones económicas no desaparecen automáticamente. La justicia prioriza el bienestar y la seguridad económica de los hijos, asegurando que puedan cubrir sus necesidades básicas y continuar con su formación, independientemente de los conflictos familiares.