Un reciente estudio llevado a cabo por dos investigadoras del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad, adscrito a la Universidad de Oviedo, CSIC, y respaldado por el Principado de Asturias, ha arrojado luz sobre las complejas interacciones entre especies de aves durante la temporada primaveral a través de sus cantos.
Hasta ahora, se creía que el canto de las aves se limitaba a la comunicación con individuos de su propia especie. No obstante, esta nueva investigación sugiere que los coros de aves pueden funcionar como advertencias para individuos de diferentes especies, indicando un entorno libre de depredadores y propicio para el canto.
El estudio, recién publicado en la prestigiosa revista Behavioral Ecology and Sociobiology, destaca la relevancia de la diversidad de especies y sonidos en la naturaleza como mecanismos protectores de las comunidades de aves.
Según las investigadoras, los cantos de las aves cumplen funciones primordiales como atraer a las hembras y marcar los límites territoriales individuales. Cada especie ha desarrollado un canto distintivo para comunicarse con sus congéneres. Sin embargo, durante la primavera y las primeras horas del día, es común escuchar a diferentes especies de aves cantando en conjunto, formando coros.
Las investigadoras realizaron grabaciones pasivas, sin estimulación de las aves, en su entorno natural. Colocaron grabadoras automáticas en los bosques de castaño en los concejos de Mieres, Oviedo, Aller, Lena y Laviana para registrar la actividad normal de las aves forestales sin interferir en su comportamiento con la presencia humana.
Los resultados revelaron que las especies con cantos más similares tienden a cantar en momentos diferentes, mientras que aquellas con cantos más diferentes tienden a cantar juntas. Este fenómeno podría deberse a que cantar con especies que poseen un canto similar podría generar interferencias, haciendo que el canto sea menos perceptible para, por ejemplo, las hembras a las que el macho busca cortejar.
Por el contrario, cuando el canto de una especie coincide con uno muy diferente, como un canto agudo de alta frecuencia que se superpone con uno grave de baja frecuencia, el sonido puede percibirse claramente por otro pájaro sin interferencias. Las investigadoras también exploraron si al escuchar los cantos de otras especies, las aves interrumpían su propio canto o, por el contrario, se estimulaban a unirse al coro.
Además de ser una estrategia contra los depredadores, parece que las aves siguen un patrón identificado en las grabaciones pasivas. Incluso cuando son estimuladas por los cantos de otras especies, tienden a evitar que sus cantos se solapen, asegurando que su mensaje no sea enmascarado por otros sonidos.
Este estudio pionero ofrece una nueva perspectiva sobre la complejidad de las interacciones entre especies de aves, subrayando la importancia de la diversidad de sonidos en la naturaleza.