Donald Trump ha vuelto a desatar la polémica con sus declaraciones en redes sociales, esta vez arremetiendo contra dos íconos de la música estadounidense: Taylor Swift y Bruce Springsteen. Ambos artistas, reconocidos por su respaldo al Partido Demócrata, se han convertido en blanco de los ataques del expresidente, quien ya publicó varios mensajes en Truth Social el pasado 16 de mayo cargados de desdén y acusaciones.
Sobre Taylor Swift, Trump lanzó una afirmación provocadora que ha generado un aluvión de reacciones: «¿Alguien se ha dado cuenta de que Taylor Swift ya no es popular desde que dije que la odiaba?». El expresidente hacía referencia a un mensaje anterior, publicado en septiembre, en el que afirmaba «odiar» a la cantante tras su apoyo a la entonces candidata demócrata Kamala Harris.
Bruce Springsteen, por su parte, también fue objeto de fuertes críticas. El músico había calificado al gobierno actual de «corrupto, incompetente y traidor», lo que desató una respuesta virulenta por parte de Trump, quien lo tildó de “imbécil”, “más tonto que una piedra” y “un tío sin talento”. Además, lo acusó de respaldar políticas de “izquierda radical” y de estar alineado con Joe Biden.
«Este roquero reseco (¡tiene la piel atrofiada!) debería MANTENER LA BOCA CERRADA hasta que regrese al país; eso es lo normal. ¡Entonces veremos qué le pasa!», escribió Trump en redes sociales, en un tono claramente amenazante.
Frente a estas descalificaciones, la Federación de Músicos de Estados Unidos salió al paso para respaldar a Swift y Springsteen, ambos miembros del gremio. En declaraciones recogidas por Billboard, el presidente de la organización, Tino Gagliard, defendió su trayectoria y el valor de su obra: «Bruce Springsteen y Taylor Swift no son solo músicos brillantes; son modelos a seguir e inspiración para millones de personas en Estados Unidos y en todo el mundo».
Gagliard también subrayó el peso cultural de sus carreras musicales y el papel que desempeñan como voces influyentes en la sociedad: «Ya sea con Born in the U.S.A. o con el Eras Tour, su música es atemporal, impactante y posee un profundo significado cultural. Los músicos tienen derecho a la libertad de expresión, y nos solidarizamos con todos nuestros miembros».
El enfrentamiento entre Trump y las estrellas del pop y el rock no es nuevo, pero estos nuevos ataques reavivan el debate sobre el uso del poder político para desprestigiar figuras del ámbito cultural que expresan opiniones contrarias. Mientras tanto, tanto Swift como Springsteen mantienen su popularidad global y su compromiso público con causas sociales y políticas.
*Información de El Tiempo.