Alejandro Sanz (56 años) sigue siendo uno de los artistas más admirados de España y el mundo. Con 35 años sobre los escenarios, el madrileño ha sabido reinventarse. Después de atravesar momentos personales difíciles, ahora luce con “ilusión recuperada”. Su próximo álbum, ¿Y ahora qué +?, el musical que está a punto de estrenar y un documental para Movistar Plus + son buena prueba de ello. Además, su forma de trabajar ha cambiado: busca disfrutar de la música sin tantos sacrificios personales.
Aquí repasamos según Lecturas, 10 secretos que muestran al Alejandro Sanz más humano.
Antes de enamorarse de la guitarra, Alejandro soñaba con ser zapatero. Sin embargo, la música lo atrapó desde niño. A los 11 años componía sus primeras canciones y se escapaba de casa para tocar en locales de la costa andaluza. La pasión por la guitarra terminó marcando su destino.
Su verdadero nombre es Alejandro Sánchez Pizarro. Pero antes de decidirse por Alejandro Sanz, publicó un álbum con el seudónimo Alejandro Magno. El disco, Los chulos son pa’ cuidarlos, solo se editó en 500 copias y hoy es pieza de coleccionista.
Uno de sus mayores hits, Corazón partío, casi no lo interpreta. Originalmente pensó que sería para otro grupo. Esa canción casi termina en manos de Camela.
Alejandro ha escrito temas pensando en su familia. Y solo se me ocurre amarte es para su hija Manuela, Capitán tapón para Dylan, y Mi persona favorita para Alma. Su hijo Alexander comparte la pasión por la música y le acompaña en los conciertos.
El cantante es muy supersticioso. Odia el amarillo, se santigua siete veces antes de subir al escenario y teme a los aviones y aeropuertos. La puntualidad también es clave en su rutina.
Sanz ha reconocido una decisión que aún le duele. No visitó a Antonio Flores cuando este le pidió. “Me arrepentiré toda mi vida”, confesó.
En Los Ángeles, el 30 de abril está dedicado a Alejandro Sanz. También tiene su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, siendo el noveno español en lograrlo.
En 2013, la Universidad de Berklee lo nombró doctor honoris causa. Reconocieron su contribución a la música y su labor humanitaria.
Sanz es un apasionado de la poesía. Autores como Neruda, Bécquer o García Márquez lo inspiran.
Alejandro incluso ha servido de intermediario entre David Broncano y Pablo Motos. Llevó mensajes y notas de voz que ayudaron a calmar un conflicto mediático.
Alejandro Sanz no solo es un artista exitoso. Es un hombre con pasiones, miedos, arrepentimientos y sueños. Estos secretos muestran que detrás del escenario hay un lado humano que lo hace aún más cercano a sus fans.