Al Presidente de Gobierno sólo le falta anunciar que octubre es Navidad, que la primavera llega con las primeras rosas del otoño y que el Mare Nostrum, como es Nostrum, no se verá libre de pagar impuestos.
Los que vivimos en España estrenamos película diaria, de tan largo magisterio, que están empeñados los gobernantes, los intelectuales de la ceja, con la ceja incluida y, en especial, el director de cine por excelencia, en que cada día seamos como ellos: un poco más cínicos, más atrevidos, más desvergonzados… hasta que terminemos viendo con naturalidad cómo el azufre acaba con los canalillos de la inteligencia.
Aquí, para cubrir puestos de alta responsabilidad no se precisan conocimientos, sólo habilidades y un número de cuenta donde ingresar el fruto de los esfuerzos que no se han hecho… y así sucesivamente.
Estremece oír en el Senado que alguien pueda llamar “traidora” a la señora vicepresidenta primera. Ella, que está ahí para que no le falten palmas a su jefe y para demostrar, si hace falta, que el toro de Manolo Escobar se ha enamorado de la luna.
pedrouve