La bebida es uno de los factores más comunes a la ora de aumentar la siniestralidad, junto con la conducción distraída y el exceso de velocidad
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha impuesto sanciones por un total de 22.968.205,36 euros en 2023 a conductores que dieron positivo en alcohol, una cifra ligeramente inferior a los 23,3 millones del año anterior. Estas sanciones, que abarcan tanto infracciones voluntarias como ejecutivas, tienen como objetivo principal la seguridad vial y la protección de los usuarios de las vías, más que la recaudación, según informó el Gobierno en una respuesta a una pregunta parlamentaria.
Los factores más comunes que contribuyeron a los accidentes en las carreteras interurbanas en 2023 fueron la conducción distraída, el alcohol y la velocidad. En este contexto, el Ejecutivo subrayó que las sanciones se enfocan en disuadir a los conductores de comportamientos peligrosos y proteger la integridad de los ciudadanos.
Como parte de los esfuerzos para reducir la siniestralidad, se implementó un plan de choque en abril que incluyó el aumento de 150 efectivos en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, la instalación de 95 nuevos puntos de control de velocidad y un refuerzo en los controles preventivos de alcohol y drogas, especialmente en autopistas y autovías.
Además, Tráfico ha intensificado la vigilancia sobre el uso de dispositivos electrónicos al volante, con el objetivo de reducir las distracciones. Los resultados han sido positivos, con una disminución del 7% en la presencia de este factor en los accidentes mortales en la primera mitad de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior.