Respeto, admiro y valoro a Fernando Savater por su honestidad intelectual y cortesía dialéctica. Naturalmente en algunos de sus planteamientos no puedo estar de acuerdo al orillar cuestiones religiosas, que son más de convicción que de certezas. Además, no se debe estar de acuerdo del todo con quien nos hace pensar y discutir íntimamente.
Al conocer que le han echado del periódico El País no me ha sorprendido, lo que me extrañaba es que Savater no se hubiese ido por su cuenta hace ya mucho tiempo, el mismo en que el diario dejó de ser una fuente de cultura e información para convertirse en un manojo de nervios bien retribuidos. El País se escribe en Moncloa y allí tienen muchas faltas de ortografía.
Cualquier periódico debe ser un arcoíris que encienda la mañana de claros pensamientos. Doscientos sesenta y tres Candiles llevo escritos en Fuentes Informadas. Jamás pusieron límites ni a los fondos ni a las formas de la columna. Sólo cuando en un periódico hay libertad de expresión y de pensamiento merece la pena ser leído porque linda con la verdad. Quien tenga oídos para entender, que entienda.