Nono había empezado de camarero en 1992. Y gracias a su tesón, su esfuerzo y a su amor por la hostelería, once años después se quedó al mando de esta nave…
Reconozco que el toreo es una genialidad que se baila manchando de sangre la arena. Cagancho, un torero gitano de ojos verdes, sublime muchas tardes en faenas memorables, también cultivó algunas otras esperpénticas que quedaron en la memoria de los aficionados. Como…