La dietista-nutricionista Andrea Calderón menciona que los alimentos ahumados suelen requerir grandes cantidades de sal y aditivos para su conservación
A quienes aprecian los productos ahumados, les encantará saber que en el mercado hay cada vez más opciones deliciosas. Sin embargo, surge la duda de si estos alimentos son realmente saludables o deben consumirse de forma esporádica. Según informa Infosalus, la dietista-nutricionista Andrea Calderón, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), confirma que el consumo de productos ahumados debe ser puntual debido a los compuestos generados por el humo y los aditivos que imitan el proceso de ahumado.
En términos generales, la dietista-nutricionista advierte sobre los posibles inconvenientes asociados al consumo habitual de estos productos, ya que tanto los compuestos generados por el humo como los aditivos pueden ser perjudiciales para la salud. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sugiere un consumo ocasional, una vez cada 3-4 semanas en momentos específicos, en lugar de incorporarlos regularmente a la despensa.
Andrea Calderón explica que el ahumado es una técnica de conservación y resalta que someter un alimento al humo, proveniente de maderas con bajo contenido de resina, es un proceso que implica el curado con sal previo y luego el ahumado propiamente dicho. Este proceso puede generar microcompuestos perjudiciales para la salud, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), a pesar de realzar el sabor de los productos.
La dietista-nutricionista también menciona que los alimentos ahumados suelen requerir grandes cantidades de sal y aditivos para su conservación. Aunque su consumo esporádico no presenta riesgos significativos, se desaconseja ingerirlos regularmente, ya que se asocia con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.
¿Es seguro comerlos?
En cuanto a la seguridad de consumir productos ahumados, Calderón destaca que, en el caso del pescado ahumado, debe mantenerse refrigerado y consumirse antes de la fecha de caducidad. En poblaciones vulnerables, como mujeres embarazadas, se desaconseja el consumo a menos que el pescado se haya esterilizado previamente. También advierte sobre productos que imitan el ahumado de manera artificial, ya que, aunque sus aditivos son seguros para un consumo ocasional, no se deben consumir habitualmente.
En resumen, aunque nutricionalmente los alimentos ahumados mantienen la mayoría de sus nutrientes, la concentración de calorías, grasas, vitaminas, minerales y sal puede ser mayor en comparación con el alimento base. Andrea Calderón sugiere consumir estos productos en pequeñas cantidades y de forma ocasional para evitar posibles riesgos para la salud.