El acusado alteró la vida familiar diaria de Iglesias y Montero mediante ruidos constantes
El próximo 27 de mayo, el Juzgado de lo Penal Nº14 de Madrid llevará a juicio a un hombre por presunto acoso hacia el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la exministra de Igualdad, Irene Montero, según informa Confilegal.
La Fiscalía Provincial de Madrid solicita una pena de tres años de cárcel para el acusado, imputándole delitos de injurias graves con publicidad a la autoridad, acoso y descubrimiento de secretos. Según la acusación, el acusado alteró la vida familiar diaria y las actividades de Iglesias y Montero mediante ruidos constantes en horarios de descanso de niños pequeños, así como limitando sus movimientos por temor a que los menores fueran expuestos a expresiones ofensivas.
Desde el 15 de mayo hasta el 12 de diciembre de 2020, el acusado expresó su descontento con la gestión gubernamental de la pandemia del coronavirus dirigiendo su malestar hacia Iglesias, Montero y sus hijos pequeños. Se concentró varias veces cerca de su residencia en Galapagar, inicialmente uniéndose a las concentraciones diarias y luego aumentando su actividad al llevar un dispositivo de música con altavoces reproduciendo el himno nacional a volumen alto, profiriendo insultos al Vicepresidente Segundo y realizando caceroladas.
El 2 de junio de 2020, portó una pancarta con el texto “Pablo Iglesias… hijo de terrorista” y en los días siguientes agregó otro dirigido a la Ministra de Igualdad. El 12 de julio, intentó grabar la propiedad de Iglesias y Montero desde un lugar cercano, siendo descubierto.
El acusado intentó acercarse a Iglesias gritándole insultos delante de los niños
El 17 de octubre de 2020, en el aniversario de Iglesias, el acusado intentó acercarse a él mientras salía de su casa con sus hijos, siendo impedido por agentes de seguridad, pero gritándole insultos delante de los niños. A pesar de múltiples denuncias administrativas por infringir normativas durante el estado de alarma y después, el acusado continuó intentando acercarse a la residencia de la pareja, expresando su aversión hacia ellos.
El 29 de diciembre de 2020, el Juzgado de Instrucción n º 1 de Collado Villalba emitió una orden de alejamiento como medida cautelar.