¡Socorro! ¿Esto es cierto?

Es la expresión que todos los días al buscar información de las últimas noticias nos sale, casi sin darnos cuenta; es como si un resorte dentro de nuestra mente, saltase. La verdad es que en muchos casos debemos medicarnos para que nuestros nervios y nuestras mentes no nos gasten una mala pasada.

Como persona mayor, me espantan las noticias que en su día todos negaban y ahora resultan más inverosímiles que aquello que nos contaron y terminó siendo un buen guion. Como el artículo que nos adentra en los hechos sufridos por una persona que sufrió el descrédito en aquel terrible atentado del 11M que nos destrozó a todos y que no olvidaremos nunca. Es de una magnitud que provoca pavor, como un bulo puede destrozar vidas sin necesidad de apretar un gatillo junto a tu cabeza. ¡Ya te han matado!

Hoy entendemos algo de todo lo que ha padecido y ocurrido en este país en estos últimos años, y la mejor manera es verlo con sosiego para no perder la razón. Muchos de los que tenemos más de tres cuartos de siglo vividos estamos a la expectativa y cruzamos los dedos para que el desmembramiento de las instituciones no sea total.

Ante noticias escandalosas y tergiversaciones de verdades sobre nuestro propio razonamiento, lo único que podemos hacer es llenarnos de información, no solo de un lado, la diversidad es muy necesaria. Un cuadrado tiene cuatro lados, jamás se verá como tal si le falta uno. Por eso es tan importante la ¡información y el desglose de noticias, es la mejor manera de saber qué se cuece en nuestra tierra.

Cuántos nos hemos equivocado al elegir nuestro voto y meterlo en la urna por no tener la información contrastada. Esto es un ejemplo, de no saber bien si se cumplirán las promesas que nos ilusionaron. Donde vivimos, donde crecen nuestros nietos y donde nuestro trabajo, se supone nos dejaría una pensión digna para poder vivir una vejez sin miedo, nos hemos visto desprovistos de lo que nos prometieron.

Muchas viudas que se quedaron a trabajar en sus hogares se ven perjudicadas al final de sus vidas por no haber cotizado, incluso con titulaciones, simplemente porque, en esa época sus maridos no les permitieron ejercer, en muchos casos, porque para ellos era como quitarles su dignidad de cabeza de familia.

Hoy muchas de esas mujeres sienten miedo de no llegar a lo más necesario del día a día y a muchas, solamente les llega para una mala calidad de vida. La amargura que sienten esas personas mayores por no poder ayudar a sus seres mas queridos, al carecer de medios, con esas pequeñas pensiones que les crean inseguridad y miedo por no poder llegar dignamente al final de sus vidas.

Muchos ven la necesidad de ayudar a sus hijos, los que pueden, y lo tienen que hacer por las escuálidas nóminas que perciben hoy, después de tener conocimientos y titulaciones varias.

Muchos de los que nos gobiernan, si pasasen por un sencillo examen de conocimientos seguramente no aprobarían, y eso se ve, simplemente escuchándolos y lo estamos aguantando, incluso su soberbia, desde hace unos años, demasiados, para nosotros los que sufrimos sus exabruptos y malas maneras de expresión. Si escuchas como se expresan algunas y algunos en las sesiones del Hemiciclo, te das cuenta que las cosechas del conocimiento no dieron buenos frutos -debe ser, por la sequía durante el aprendizaje-.

Algunas películas nos ayudan para poder realizar un análisis de situaciones actuales, se adelantaron al futuro que es hoy, y la verdad es que recordarlas ahora nos sorprenden, pues fueron capaces de anticiparse a lo que vendría. Son hechos que después de los años transcurridos ves que esas situaciones se repiten. Pero las películas son solo eso, películas.

Es muy necesario el análisis para reconocer el hoy con esas historias del pasado, se puede aprender, pero para no repetir aquello que nos podría llevar al desastre. Cuando se pierde el miedo a una mala o incorrecta ejecución, le seguirán muchas más, sin temblarle la mano a quien las firma. Los actos derivados del poder sin conciencia ni revisión analítica pueden convertir una sociedad en un frente inexpugnable y sin salida.

Gracias a una auténtica democracia, con mayúsculas, podemos expresar con libertad nuestro deseo de ser dirigidos por personas con legalidad, dignidad y conocimientos reconocidos para dirigirnos. Y lo más importante. Orgullo de ser español, respetar nuestra bandera y gobernar para todos los ciudadanos.

Tenemos que confiar en la justicia. Que sea igual para todos, sin excepción. Si leemos en profundidad nuestra Carta Magna no hará falta ningún consejo más, solo el cumplimiento exacto de la misma