Se veía venir, dos gorilas machos en la misma jaula…

19 de junio de 2025
8 minutos de lectura
Donald Trump y Elon Musk. | Fuente: FI

Trump y Musk, tal para cual, respiran ahora el tóxico aroma del plomo de su propia guerra

RAFAEL FRAGUAS

Se veía venir. Dos gorilas machos encerrados en la misma jaula acaban a golpes. Golpes mortales. Siempre. Los dos gorilas son dos formas de capitalismo, encarnadas por dos personajes, Elon Musk, depredador típico y Donald Trump, gestor enloquecido de los dineros públicos. Ambos comparten la misma concepción explotadora y ultraindividualista, esto es, antisocial, de la actividad económica. Para ellos, el hombre y la mujer de a pie, la ciudadanía, no cuenta: tras emitir el voto, deben ser apartados para dejar su sitio al mercado, concebido por aquellos como sujeto primordial de la vida. Un mercado, desde luego, desigual, que funciona precisamente por y para reproducir a gran escala la desigualdad social de las personas en clases enfrentadas, imponiéndoles una sujeción servil sin rechistar que facilite la extracción de beneficios derivados del trabajo de todos, apropiado por unos pocos como ellos dos. De su combate, solo puede sobrevivir uno de los dos. Y ambos lo saben.

Los dos individuos, dotados de mucho poder, difieren ahora en la gestión de ese mercado inhumano en el que chapotean. El primero, Elon Musk, (Pretoria, 1971) surafricano hijo de canadiense, heredero de una mina de diamantes, arrogante, caprichoso, hortera moral, bocazas cualificado y multimillonario. El segundo, Trump, (Nueva York, 1946) irascible, voluntariamente paleto, ignorante, tan suicidamente osado como obcecadamente obstinado, multimillonario también, todo un stubborn boy. Una ley con alcance fiscal, que dejará a 11 millones de personas desprotegidas, norma urdida por Trump calificada de “repugnantemente aberrante” por Musk, ha sido el detonante del estallido entrambos. Tal ha sido la parejita rectora del mundo (occidental) durante 136 días.

Coyunda efímera

Menos mal que no ha durado más su coyunda pues, en tan breve plazo, han dejado la economía mundial manga por hombro. El hortera moral surafricano, ha tratado de desmantelar el Estado federal más poderoso del Planeta desde un cargo gubernamental creado ad hoc por su entonces amigo, el presidente norteamericano. Resultado: miles de funcionarios públicos a la calle, departamentos y servicios sociales enteros desmantelados, con desprecio absoluto por el pacto fiscal que, según dicen, en las democracias la ciudadanía establece con el poder para recibir seguridad, educación y sanidad a cambio de sus impuestos.

Por su parte, el paleto disfórico neoyorquino, mediante una serie de gravámenes disparatados a las importaciones del exterior, dictados urbi et orbi contra aliados europeos y rivales orientales, ha demostrado que el imperio colonial, que él mismo encarna, está tocado de ala en su línea de flotación. Del tocado al hundido, como en el juego de los barcos, hay poco trecho. Ni él ni su expareja saben qué inventar para impedir que el gran buque de las barras y estrellas naufrague. Cada cual tira hacia un lado: uno, con aranceles imposibles, el otro, con negocios megalómanos inviables; pero el buque hace agua por su quilla. El charco se extiende. El proceso que lo llevará a pique es inexorable. Habrá tardado en hundirse mucho más de lo que se pensaba y mucho menos de lo que otros imperios, el español, el inglés, el francés, tardaron en caer, aunque el dominio mundial estadounidense apenas ha sobrepasado los 74 años del poderío soviético. Ya no podrá imponer su oneroso diktat al orbe entero.

El Sur ha levantado la cabeza y no aguanta imposiciones, ni monedas ajenas, ni bases militares. África, Asia y América del Sur, comienzan ya a volar por su cuenta, con la mirada puesta momentáneamente en China y Rusia, mientras Europa languidece, al tiempo que se abisma poco a poco en el desconcierto al que solo piensa que pone coto mediante un rearme propio, falso de toda falsedad, por ser en realidad un rearme made in USA; mientras tanto, polacos, ucranianos y alemanes se exhiben mutuamente y de manera altiva y desafiante sus arsenales, cebados con la cizaña de Londres, sazonados con esa amargura hoy rumiada con resignación desde París.

Prórroga fallida

Washington pudo haber prorrogado el fin de su hegemonía, los recursos imperiales son aún muy copiosos, pero ninguno de sus gorilas y exponentes varios se percató de que la crisis es el capitalismo mismo. Y que o pactan con las potencias emergentes o sucumbirá, porque esas crisis, inducidas por el sistema, derrocan imperios, dominios, Estados, unos tras otros, como la Historia nos muestra. Se llevan todo por delante. En busca de una imposible tasa perpetua de ganancias, ese capitalismo ayer industrial, hoy financiero y algorítmico, depredadores ambos, devora mercados, vectores económicos enteros, completos polos de riqueza y acaban por devorar a sus propios vástagos. Como mostró en su día Francisco de Goya en su lienzo, Saturno devorando a sus hijos donde el excelso pintor maño, tal vez inconscientemente, hacía aflorar el saturnismo, el así denominado envenenamiento por plomo, que contaminaba a los pintores como él, hijos del pincel y los tubos cromáticos rellenos de componentes plúmbeos.

Un club de criminales rijosos

Trump y Musk, tal para cual, respiran ahora el tóxico aroma del plomo de su propia guerra. No pueden ni saben arreglar sus problemas, que son los del mundo capitalista herido de muerte por el álgebra irresuelta de las crisis y el laberinto de su propia codicia. El sistema los fagocita, pese a ser sus privilegiadas creaturas. Musk camina hacia la ruina mundial de su emporio de automóviles y cohetes espaciales. Seguramente, perderá las contratas que le garantizaba el inquilino de la Casa Blanca, cuyo acceso a la presidencia aquel facilitó con 267 millones de dólares. En cuanto a Trump, se abre paso la posibilidad de un impeachment, la impugnación judicial contra su mandato presidencial, ya que su socio hasta hace apenas unas horas le ha acusado de integrar el rijoso y criminal club del magnate financiero y delincuente sexual, el tal Jeffrey Edward Epstein, convicto y ahorcado en su celda un mes después de entrar en prisión en 2019. Su club agrupaba a quienes se brindaban a refocilarse con menores sexualmente explotados por Epstein.

Pero no nos hagamos ilusiones sobre la eventualidad de que la justicia se lleve por delante a Donald Trump en este caso, en el supuesto que se demuestre su pertenencia al vicioso y criminal club, ya que un antecesor suyo, Bill Clinton, permitió que la becaria Mónica Lewinsky le hiciera felaciones en pleno Despacho Oval, epicentro mundial del poder unipolar estadounidense, y no sucedió nada, pese al puritanismo ambiental que se respira en aquella atribulada sociedad.

El “ejemplo” imperial romano

Según algunos, todo se va pareciendo cada día más a la corrupción de costumbres áulicas de la declinante Roma imperial, donde Nerón, Calígula, Claudio y Tiberio, fueron valientemente citados por Tácito ante su simbólico tribunal contra tiranos. El presuntuoso vate y “bostezante monstruoso”, incendió Roma por mero tedio; se casó con el eunuco Esporo y recurría al incesto antes de decapitar a sus parientes. A su madre, Agripina, mandó matarla a puñaladas. Tiberio, amante de delatores, asesino de su mujer, de su familia, de ciudadanos, senadores y caballeros, poseía un serrallo de niños. Calígula, que se acostaba en público con sus tres hermanas completamente desnudas, al morir una de ellas, Drusila, mandó decapitar “a quienes no la lloraron, por ser mi hermana” y obligó a su guardia a crucificar “a quienes la lloraron, porque era una diosa”. En cuanto a Claudio, definido por Víctor Hugo como “tachuela coronada”, estrangula a un senador, prostituye a su mujer ante sus ojos y acaba envenenado por su médico y por su esposa…

Esperemos que la sangre no llegue al río. Pero todo declina hacia un finis imperiae semejante a aquel, con una elitista caterva de empresarios, milmillonarios, cineastas, cantantes, senadores, jueces, influencers, incluso príncipes y tropa varia desfilando por la isla caribeña de Little Saint James, feudo donde el millonario Jeffrey Epstein, guarecido por algunos fiscales, ofrecía su mercado de carne humana a rijosos de toda condición.

El oscuro retablo aquí dibujado era previsible. La opinión pública mundial asiste a un fenómeno siniestramente recurrente, metáfora del grado de deterioro que la corrupción de la élite estadounidense bombea hacia los márgenes de sus propios lares: la misma sociedad que allí vota a quien vota, soporta cada quince días, sin hacer prácticamente nada, los asesinatos masivos de colegiales a manos de psicópatas voluntarios provistos de armas automáticas a bajo precio de acceso generalizado. ¿Prioridad del mercado de nuevo? Entretanto, Hollywood difunde en cada nuevo filme un nuevo catálogo de armas, drones, proyectiles, helicópteros, misiles…Tampoco la élite política estadounidense es capaz de admitir los crímenes del Gobierno israelí y de sus Fuerzas Armadas contra el pueblo palestino, 20.000 de cuyos niños menores han muerto bajo las bombas. Las universidades estadounidenses cuyos campus protestaron contra el genocida, especialmente Harvard y Columbia, están siendo vergonzosamente amenazadas por Trump, amigo de Benjamín Nethanyahu, el individuo que diseña la política exterior mesoriental de la Casa Blanca.

Un telepredicador a la espera

Lo sucedido en Estados Unidos abre presumiblemente paso al acceso a la Casa Blanca a un vicepresidente que tiene más de telepredicador puritano que de político avezado. James Donald Bowman, alias J.D. Vance, de 40 años, excabo-reportero de marines, experto en capitalismo de riesgo, que se autodefine como derechista posliberal, opuesto al aborto, al matrimonio igualitario y al control de armas, era poseedor, en su domicilio juvenil, de hasta 19 pistolas de calibres diferentes, afición a la que le indujo su abuela, que le crio dada la adicción a las drogas de su madre divorciada. Vance, que tomó el apellido de su abuelo, se declara católico, si bien procedía del evangelismo protestante. Su santo predilecto es San Agustín de Hipona, en lo que coincide con el actual Pontífice, el agustino León XIV. Vance ha pasado de abierto detractor a mano derecha de Trump, que asiste, a veces como convidado de piedra, a casi todas las audiencias de alto nivel del presidente.

Pragmatismo evanescente, armadores rampantes

Lo peor de lo sucedido y por suceder a escala geopolítica mundial, según muchos analistas, es que si Trump cae, como cabe comenzar a pergeñar, muy presumiblemente se debilite o diluya el pragmatismo que muestra la Casa Blanca a la hora de determinar, como ineludible, la presencia de Washington en las negociaciones de paz para poner fin a la guerra de Moscú con Kiev. Y ello puesto que, en verdad, es una guerra iniciada en su día por otro Washington contra Moscú, vía OTAN, al cerrar en dogal de países miembros de la Alianza en torno a la Federación Rusa. Si en realidad se diluye su propósito, realista y necesario, dará paso al gobierno directo y ya sin careta del codicioso complejo militar industrial estadounidense, el más poderosos de los cinco poderes fácticos allí vigentes, responsable de casi todos los 55 conflictos armados que asolan nuestro mundo.

Ese siniestro complejo se halla enfrascado hoy en prolongar la guerra en Ucrania, pese a la resistencia de Trump, e iniciar los preparativos de una guerra a medio plazo de Estados Unidos contra China. Y ello, naturalmente, en suelo de Europa, a la que, para tal fin y como parapeto de Estados Unidos en el Viejo Continente, trata de embarcar ahora pidiéndole el 5% del PIB de cada Estado para que le compren allí las armas. Suma y sigue. ¿Cuándo los líderes europeos se percatarán de la envolvente en la que les van –y se van- enredando?

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Una de cada tres personas ha sufrido alguna forma de discriminación por su edad

40 centros de mayores en Madrid se convierten en espacios para desmontar prejuicios y reivindicar el derecho a envejecer con…

Las deportaciones masivas amenazan con paralizar la economía de estados clave en Estados Unidos

En California, uno de cada 1.8 hombres que trabaja en el campo y uno de cada 3.2 en construcción es…

La UCO pide al Supremo que Hacienda analice las cuentas y los bienes de Cerdán en el extranjero

La Guardia Civil investiga si el ex secretario de Organización participó y se benefició de presuntas comisiones de la empresa…

El Papa León XIV y el Consejo de Europa se unen ante la guerra, la crisis democrática y los desafíos globales

“La suerte de los niños ucranianos afectados por el conflicto sigue siendo especialmente preocupante”…