Hoy: 23 de noviembre de 2024
En los últimos años se ha vivido una evolución del tradicional “mamá, quiero ser artista” al “mamá, quiero ser youTuber”. La expectativa de ganar dinero de forma rápida grabando y compartiendo vídeos de lo más dispares en este sitio web pareció abrir un nuevo nicho de mercado especialmente atrayente para quienes sueñan con hacer dinero rápido. Pero la realidad parece ser otra. Un estudio internacional en el que han participado investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha puesto de manifiesto “las dificultades y la precariedad” a las que se enfrentan los creadores de contenido digital de la plataforma.
Hablar de ingresos implica hablar primero de número de seguidores. Los youtubers que tienen entre 100.000 y un millón de suscriptores obtienen un beneficio anual medio de 15.022 euros, de manera que solo una pequeña parte de los canales que existen en YouTube puede esperar ganar un salario decente a través de los ingresos por publicidad, mientras que la mayoría de los creadores se ven obligados a diversificar las fuentes de ingresos. La situación es diferente en los 14.969 canales que se sitúan entre 1 y 10 millones de seguidores, que generan una media de 152.454 euros anuales. Así se desprende de este estudio que ha tomado como muestra 153.000 canales con al menos 100.000 suscriptores cada uno.
Y no solo eso, sino que para mantenerse hay que generar mucho contenido y ser constante. “YouTube prospera como un sistema de medios altamente desigual. Gracias a la presión que ejerce sobre los creadores para optimizar la visibilidad de los vídeos y poder generar así más beneficios publicitarios, el creador se ve en la necesidad de generar un determinado volumen de contenidos y con una determinada frecuencia”, concluye el estudio.