Hoy: 22 de noviembre de 2024
El Ministerio de Defensa de Rusia, desde el inicio de su ofensiva militar contra la región de Kursk, que se encuentra en el extremo oriental de Rusia y en la frontera con el noreste de Ucrania, las Fuerzas Armadas ucranianas han perdido alrededor de 3.800 soldados.
Según el último balance publicado por las autoridades rusas, los ataques en respuesta a la incursión ucraniana dejan tan solo en una jornada más de 330 muertos y varias decenas de vehículos blindados destruidos, incluidos cuatro carros de combate.
En concreto, Moscú ha destacado que un avión de combate Mi-28 ha lanzado un ataque contra “una concentración de efectivos y vehículos blindados enemigos en la zona fronteriza de Kursk”. Informes de Inteligencia apuntan a que los misiles aéreos guiados habrían impactado con éxito su objetivo.
“Hoy recibimos la tarea de destruir una concentración de tropas enemigas y material blindado en la zona fronteriza. Salimos al combate, atacamos al enemigo y regresamos con éxito al aeródromo de origen”, ha señalado el piloto del caza, según declaraciones recogidas por el Ministerio de Defensa en su canal de Telegram.
Moscú estima que, desde el inicio de la ofensiva, en torno a 3.800 ucranianos han fallecido sobre el terreno y cerca de medio millar de vehículos blindados, incluidos unos 50 tanques, han sido destruidos, así como varios sistemas de misiles antiaéreos, lanzadores de misiles múltiples y baterías de proyectiles HIMARS.
El Ejército de Ucrania inició a comienzos de mes una incursión de sus fuerzas en la región rusa de Kursk, una operación todavía en curso protagonizada por cientos de militares y gracias a la que Kiev ha logrado controlar en torno a mil kilómetros cuadrados de territorio ruso.