Las tropas rusas ya tienen el control de la ciudad portuaria de Mariúpol, pero queda un último reducto de combatientes en la central metalúrgica de Azovstal, según elPeriodico. El lugar escogido por la resistencia no es baladí: la instalación es una reliquia soviética que solo dejó de operar durante la invasión nazi de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial. Desde hace semanas, Ucrania y Rusia negociaban sin éxito un alto el fuego para evacuar a los civiles que se encuentran en la sitiada acería. Finalmente, el sábado se consumó un corredor humanitario. Sin embargo, Moscú y Kiev no se ponen de acuerdo con las cifras. Los primeros afirman que han liberado a 46 personas y que están en un lugar seguro, mientras que las autoridades locales rebajan la cifra a 25 y denuncian que están en medio del fuego enemigo.
Guerra en Ucrania | El elevado número de generales y oficiales rusos caídos en combate causa estupor en Occidente
El gobierno que dirige Volodímir Zelenski informó el sábado por la noche que se había evacuado a un grupo de entre 20 y 25 civiles, incluidos mujeres y niños. Horas antes, el batallón de Azov anunció que una veintena de personas se encontraban de camino a la segura Zaporiyia, mientras las milicias separatistas de Donestk subieron el número de evacuados a 28. Este domingo, el Gobierno de Ucrania ha denunciado que este grupo no está sano y salvo, sino en medio del frente.
En cambio, el Kremlin ha asegurado hoy que permitió la huida de 46 personas. Sea como fuere, números irrisorios, ya que en la acería se atrincheran un millar de personas, que malviven sin alimentos ni suministros básicos desde hace semanas. Además, 600 personas están heridas, han indicado las autoridades locales. “El sábado, 30 de abril, como resultado del establecimiento de una tregua y la apertura de un corredor humanitario, dos grupos de civiles abandonaron los edificios residenciales adyacentes al territorio de la planta metalúrgica de Azovstal”, ha indicado el Ministerio de Defensa ruso en su cuenta de Telegram.
En concreto, el departamento castrense ha especificado que por la tarde permitió salir a 25 vecinos de la localidad y que, tras anochecer, salió un segundo grupo de 21 personas, que fueron llevadas a Bezimenne. “A todos los civiles se les proporcionó alojamiento, alimentación y la asistencia médica necesaria”, asegura el ministerio ruso.
Rusia publicó un vídeo grabado de noche en el que se pueden ver al menos dos autobuses, uno de los cuales con la letra “Z”, símbolo de la campaña militar rusa. También aparecen un coche con el logotipo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y otro con la matrícula de la ONU.