¿Qué resultado habría tenido el PSOE el 23J si hubiese anunciado que iba a amnistiar a los golpistas catalanes?

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha enviado una carta a la militancia este miércoles, después de las manifestaciones y los disturbios frente a la sede nacional de Ferraz las dos últimas noches y ha afirmado que quienes acuden a las concentraciones “no aceptan los resultados electorales del 23J”.

No es verdad, presidente en funciones. Miente una vez más. La pregunta es: si usted acude a las elecciones con un programa en el que dice que va a amnistiar a los condenados por el golpe de estado en Cataluña, que va a pactar con los herederos del terrorismo etarra, o que va a entregar miles de millones de euros a los independentistas creando ciudadanos de primera y de segunda, ¿está seguro de que habría obtenido los mismos resultados?

Yo lo dudo, y mucho porque el malestar de ahora que se manifiesta en la calle y en instituciones como el estamento judicial, responde al engaño que ha perpetrado a la sociedad española como candidato en las elecciones del 23J.

Por tanto, los que acuden a las manifestaciones de estos días lo que discuten es que usted obtuviese unos resultados mediante el engaño y la estafa de la voluntad popular. O dicho más claro, señor Sánchez los resultados electorales del 23J los ha adulterado con un programa en el que decía unas cosas y ahora hace lo contrario por un puñado de votos.

En su carta Sánchez se dirige a las bases del partido para mostrarles su apoyo “ante los episodios de intolerable acoso y violencia que los ultras están perpetrando contra las Casas del Pueblo del PSOE en toda España”, indica.

No seré yo quien justifique la más mínima violencia ni contra sedes socialistas ni contra nada. El legítimo derecho de los ciudadanos a manifestarse y protestar contra la decisión de un dirigente político de hacer cualquier cosa a cambio de su investidura, no debería verse manchado por la acción de violentos, que de esta forma enturbian la protesta y dan alas a Sánchez y a sus palmeros para atacar a quienes solo quieren dejar constancia de su rechazo a decisiones que no comparten.

Cualquier demócrata está de acuerdo en que actuar como vándalos son hechos “inaceptables”, pero no que sean provocados por la “frustración de una derecha”, como sostiene la carta de Sánchez, sino por la estafa de un presidente que quiere seguir siéndolo y llega con una mochila cargada de mentiras.

Y cualquier demócrata también estará de acuerdo que se ha utilizado a la Policía para cargar sin miramientos contra personas que no estaban haciendo nada más que participar en una concentración sin cometer actos violentos, caso del lunes. Ordenar gasear a la gente de forma general no es la mejor forma de hacer que se comporte la Policía, la misma a la que se pedía calma en las calles de Cataluña cuando eran víctimas de todo tipo de atropellos.

Si tan convencido está de contar con el apoyo de la sociedad española para mantenerse en la Moncloa, ¿por qué no convoca elecciones ahora que ya se ha quitado la careta y juega sin las cartas marcadas? Entonces sabrá de verdad si tiene razón. Usted y los demás.