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Prisiones utiliza perros adiestrados para detectar drogas en las cárceles

Varios funcionarios de prisiones con perros adiestrados en el curso de capacitación. | Fuente: E.P.

Durante 2022, las unidades caninas descubrieron en las prisiones el 60% de las drogas que trataban de introducir familiares de los internos: cannabis, cocaína y heroína

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha decidido utilizar perros en las cárceles para detectar e investigar las celdas de los internos en busca de drogas. El proyecto comenzó con una experiencia piloto en el Centro Penitenciario de Burgos en 2018. Desde entonces, de manera progresiva, se han ido constituyendo equipos de esta naturaleza en otras diez prisiones: Albolote, Algeciras, Córdoba, Huelva, Madrid III, Málaga I, Málaga II, Mallorca, Puerto III y Sevilla II.

Durante 2022, estas unidades caninas llegaron a detectar, en las prisiones donde se incorporaron cerca del 60% de drogas, entre cannabis, cocaína y heroína. Un portavoz de Instituciones Penitenciarias ha confirmado a FUENTES INFORMADAS que hay algunos perros que incluso detectan teléfonos móviles. El mismo portavoz ha asegurado que estas unidades caninas tendrán libertad de acción, “y bien podrán controlar la entrada a las prisiones, o también pueden para practicar registros en las celdas”.

Desde Prisiones consideran un éxito la implantación de este nuevo recurso. Fruto de este, el secretario general de Instituciones Penitenciarias ha anunciado la ampliación de estas unidades caninas en Madrid V, Madrid VII, A Lama (Pontevedra), Castellón II, Ceuta, Las Palmas II, León, Murcia II, Teixeiro (A Coruña), Topas (Salamanca), Valencia y Zaragoza. Estos equipos prestarán servicio, además, a otras prisiones de la zona en la que operan, de manera que el radio de acción se extiende a gran parte de la geografía española, salvo País Vasco y Cataluña.

Con la ampliación prevista serán un total de 36 cárceles las que cuenten con estas unidades caninas que dependerán “exclusivamente” de los funcionarios de prisiones. A las 11 que ya existen se sumaran las 25 que están en periodo de adiestramiento. Precisamente ayer se inauguró el nuevo curso de capacitación en Burgos. Estas nuevas unidades estarán operativas a partir de junio.

Las unidades caninas son uno de los recursos, junto a otros, como registros, requisas y cacheos, de los que disponen los trabajadores penitenciarios para neutralizar la presencia de droga en el interior de la prisión. Su efecto disuasorio, además, en los accesos de los establecimientos supone un refuerzo de las campañas de concienciación que se impulsan periódicamente y que están orientadas a luchar contra la entrada y el consumo de estupefacientes en los centros. En esta tarea, se seguirá contando con la colaboración de los equipos cinológicos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

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