Hoy: 23 de noviembre de 2024
Pedro Sánchez rechaza el apoyo de los socialistas al candidato de Junts, Carles Puigdemont, para que sea el nuevo presidente catalán, debido a que no tiene mayoría y considera que “todos los caminos conducen a (Salvador) Illa”, el candidato del PSC.
Sánchez considera que Puigdemont tiene que “asumir la realidad” que indica que no existe una mayoría independentista en el Parlament de Cataluña, la primera vez que ocurre en democracia y por tanto tendrá que darse cuenta de que no tiene opciones y que el único candidato viable para presidir Cataluña es Illa.
“Le costará más o menos tiempo, pero al final la realidad es la realidad y es que no le dan los números para ser elegido presidente”, ha señalado el jefe del Ejecutivo en una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press.
Sánchez ha hecho estas declaraciones después de las elecciones catalanas del pasado domingo en las que el PSC fue primera fuerza con 42 escaños y en la que las fuerzas independentistas no lograron mayoría absoluta en el Parlament.
Así, señala que Puigdemont se encuentra en una situación muy parecida a la que vivió el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo tras las elecciones generales del 23 de julio, cuando no pudo gobernar porque no sumaba una mayoría parlamentaria suficiente.
En este sentido dice que el líder de Junts quería ganar las elecciones, sumar mayoría parlamentaria independentista en el Parlamento de Cataluña “y no ha logrado ni una cosa ni la otra”, según ha remarcado.
“Por tanto, le costará más o menos tiempo, pero al final la realidad es la realidad y es que no le dan los números para ser elegido presidente”, ha apuntado antes de señalar que “todos los caminos, al final, conducen al mismo protagonista, que es el ganador de las elecciones y que es Salvador Illa”.
En la misma línea ha subrayado que el resultado en Cataluña deja varias cosas claras, por primera vez en cuarenta años los partidos nacionalistas o independentistas no suman mayoría, la opción que ganó las elecciones “ha apostado claramente por el entendimiento” y además hay una opción “progresista” que “suma 68 escaños” en referencia a la suma de PSC, ERC y Comuns-Sumar.
Además señala que la derecha y la ultraderecha siguen siendo “minoritarios” y además cuestiona al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijóo, si piensa apoyar una hipotética investidura de Illa. Sánchez ha puesto en cuestión la estrategia del PP de “copiar el discurso xenófobo de Vox”, porque los de Santiago Abascal han mantenido el número de escaños que tenían.
En los resultados del 12M, Sánchez ve que los catalanes quieren ser “parte activa” de la construcción de la España “plural y diversa” que afronta los debates actuales desde una visión progresista.
En todo caso, tiene muy claro que la sociedad catalana “no aceptaría una repetición electoral” y por tanto apela a la “responsabilidad” de los partidos para que haya un nuevo gobierno liderado por quien ganó las elecciones y además, según afirma, tiene los números para sacar adelante una investidura.
No obstante, Sánchez dice que en estos días no ha hablado ni con Puigdemont ni con el líder de ERC, Oriol Junqueras ni tampoco han intercambiado mensajes de manera indirecta y señala que los partidos tienen sus procesos internos y sus etapas.
Por otro lado, Sánchez ha vuelto a defender su política hacia Cataluña y medidas como los indultos a los condenados por el procès o la Ley de Amnistía que verá la luz definitiva en las próximas semanas al señalar que los resultados positivos que están teniendo son “evidentes”.
Aunque Sánchez ha admitido que tuvo “dudas” con estas iniciativas “arriesgadas” y ve legítimo que parte de la ciudadanía también las tenga, considera que ahora habrá muchas más personas que entiendan mejor su “apuesta por la concordia” y la convivencia.
En la misma línea, ante las críticas internas a esta medida, por parte del presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page y el senador Javier Lambán, Sánchez insiste en defender la Amnistía y rechaza que haya hecho cesiones al independentismo.
Por el contrario piensa que la democracia ha demostrado su fuerza y legitimidad “con el perdón y la generosidad” que tienen “efectos sanadores” para resolver un conflicto político “de enorme envergadura”