El presidente español está de nuevo en periodo de reflexión para ver cómo arregla el lío de Puigdemont sin inmolarse él ni sacrificar a Illa. Está pensando en el dinero, que todo lo puede en tierra de catalanes, aunque sea el de
“Desgracia es que la mayor prueba de una verdad sea el número de sus creyentes, siendo así que, en una multitud, los tontos sobrepasan con mucho a los sabios.”
En una casita olvidada de la vieja Florencia, Dostoievski escribió, seguramente, su mejor novela: El idiota. Mi oficio en el Candil no es el de crítico literario, sino el de ir aprendiendo desde los grandes maestros, desde la vida y desde lo