Cuando los maestros eran obedecidos en sus insinuaciones, uno de los que tuve más apreciados me indicó que dos libros son indispensables en cualquier pensador que se precie: La Biblia y las Obras Completas de Ortega y Gasset
El avasallamiento, el atropello, el saqueo que sufrían los gauchos trabajadores rurales por parte de los invasores que hacían flamear las banderas del progreso liberal