La Lotería de Navidad, uno de los eventos más esperados del año, se acerca con una novedad significativa, un aumento en la cantidad de décimos por número. Esta modificación, impulsada por Loterías y Apuestas del Estado, se traduce en un mayor monto total a repartir, al alcanzar los 2.590 millones de euros este año.
Según una encuesta de iAhorro sobre las preferencias de inversión de los españoles en caso de ganar la Lotería de Navidad, la opción de pagar deudas o «tapar agujeros» lidera con más del 50% de las respuestas. Sorprendentemente, la inversión en vivienda, especialmente para uso propio, ocupa el segundo lugar, desplazando a la opción de «ahorrar para tener un colchón financiero» que ha experimentado una disminución del 1,4% en un año.
Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro, destaca que la posibilidad de ganar la Lotería podría ser la única esperanza para muchos españoles de adquirir una vivienda propia, al considerar la situación actual de tipos de interés y precios.
El reparto de premios, que varía según la categoría, ofrece sumas significativas que, aunque no permitirían a los agraciados dejar de trabajar, representan una oportunidad para mejorar la calidad de vida y reducir deudas. Entre las deudas que podrían saldarse, se menciona la hipoteca, aunque se advierte que, dado el contexto actual de tipos de interés, otras deudas con intereses más elevados deberían tener prioridad.
Cada vez menos españoles optan por gastar el premio en caprichos, como la compra de un coche, siendo esta opción elegida solo por el 3,2%. Estas alternativas de gasto han experimentado caídas desde 2017, según la encuesta de iAhorro.
En cuanto a la inversión del premio, los encuestados muestran preferencia por productos como cuentas remuneradas, depósitos, fondos de inversión o acciones. A la hora de informarse sobre dónde invertir, cada vez más personas recurren a su banco (39,7%) o a un asesor financiero especializado (25,7%), lo que destaca la confianza en la institución bancaria frente a otras opciones.
La encuesta revela la tendencia conservadora de los españoles en cuanto a sus elecciones de inversión, y destaca la importancia de la planificación financiera y la orientación profesional al decidir el destino del premio de la Lotería de Navidad.