La Red de la Iniciativa Estratégica para las Mujeres del Cuerno de África (SIHA) ha registrado al menos 244 casos de violación desde el inicio de la guerra en Sudán el 15 de abril de 2023, de los cuales 14 han resultado en embarazos no deseados y siete en el suicidio de las mujeres violentadas.
En su última evaluación de esta semana, SIHA enfatiza que estas cifras representan solo una «pequeña fracción» de los casos reales debido a la dificultad para recabar datos exactos debido a la violencia generalizada. La organización advierte que los casos de violación se han extendido en los últimos meses desde el epicentro inicial de los combates, la capital Jartum, hacia los estados de Gezira, Senar, Kordofán del Norte y Darfur Norte.
SIHA denuncia que los protocolos sanitarios para prevenir embarazos no deseados están completamente desactivados debido a que los centros médicos están bajo el control de grupos armados, y las supervivientes temen represalias, lo que les impide buscar atención médica en los hospitales.
El conflicto en Sudán, según el Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED) ha dejado hasta el pasado 5 de abril 15.550 muertos confirmados aunque, de nuevo, se trata de las estimaciones más conservadoras.
Solo en Jartum se han verificado 1.470 fallecidos, pero el 32% de todas las muertes civiles confirmadas, casi 4.800, han ocurrido en la región de Darfur, donde la guerra entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido ha reactivado una histórica tensión intercomunitaria que ha convertido la zona en un campo de exterminio y desatado un éxodo de la población.