“Confiemos en que no sea verdad nada de lo que sabemos”. Entiendo yo, pensando buenamente, que don Antonio Machado nos inclina con esta frase a reconocer una ignorancia de la realidad o a sentirla como un sueño. Su deseo nos llevaría a sufrir menos por aquello de “ojos que no ven. corazón que no siente”. Sin embargo, la realidad que soportamos ni puede ser ignorada ni su terquedad nos permite un olvido relajante.
A pesar del Presidente del Gobierno y sus corifeos amamantados, nuestros ojos ven y nuestra democracia pena cuando se intenta jugar al escondite con la verdad.
El TC se ha convertido en un confesonario de izquierdas donde se perdonan todos los eres y fraudes y la desaparición de casi 700 millones de euros destinados al empleo de los que sólo recibían subvenciones de caridad. El Gobierno ahora exige perdón por los que fueron maltratados en aquella injusta condena. Por lo visto, los jueces de Sevilla prevaricaron en su decisión…
El pueblo veranea. O únicamente sale a la calle para festejar la Eurocopa.
pedrouve