Hoy: 23 de noviembre de 2024
Tras un verano muy difícil, marcado por la repentina muerte de su sobrino Juan Carlos Rojas, a los 36 años, el pasado 15 de agosto, Norma Duval está retomando poco a poco la normalidad. Además de apoyarse en su familia, ha decidido volcarse en su trabajo para superar este doloroso momento, manteniendo la fuerza y la sonrisa que la caracterizan.
Este jueves, la artista volvió a desfilar, años después de su última aparición en la pasarela, en la tienda de Punto Roma en Granollers. Lo hizo como embajadora de la campaña solidaria de la firma, con la que colabora desde hace 22 años, en conmemoración del Día Internacional Contra el Cáncer.
Orgullosa de sus 68 años y asegurando que es la persona que más presume de su edad del mundo, Norma confiesa que, aunque tiene una vida plena en lo personal, todavía no se ha planteado jubilarse: “Aunque no tardaré tantos años en retirarme, ya me queda menos, pero el tiempo que me queda lo voy a disfrutar a tope. Yo soy una mujer que no puedo estar quieta. Yo no me aburro nunca jamás. Siempre tengo algo que hacer y luego tengo muchas obligaciones. Unas me gustan más, otras me gustan menos. Pero bueno, el caso es poder estar todos los días, levantarte y decir es un nuevo día”, reconoce.
Una filosofía de vida que comparte con Matthias Khün, con el que está a punto de celebrar su segundo aniversario de boda y del que está tan enamorada como el primer día. Como desvela, el éxito de su relación -que dura ya 14 años en los que ha habido algún que otro impass: “Somos una pareja que nos movemos muchísimo, viajamos mucho. Él está siempre fuera y yo soy la que voy a verlo porque él está en Suiza y yo renuncié a estar residiendo en Suiza porque prefiero tener la tranquilidad de ir cuando me viene bien y cuando no me viene bien. Y la verdad es que tenemos siempre mucha ilusión por cosas nuevas y somos una pareja muy parecida en realidad”.
Respecto a la clave del éxito de su matrimonio, Norma asegura que una pareja tiene que tener muchas cosas en común para que tenga una continuidad y con los años siga teniendo ganas de estar juntos. “Eso es como un cóctel, ¿sabes? Hay muchos ingredientes ahí. Y también darse espacio, sino sería horrible”, añade sonriente, explicando que pese a la distancia no están tanto tiempo separados como podríamos pensar.
Junto a su marido, sus tres hijos -Marc, Yelko y Christian-, y sus nietos son su gran alegría. Y aunque no tiene favoritismos, no puede evitar que se le caiga la baba al hablar de la pequeña de la familia, Valentina, que a sus dos años ya apunta maneras como la abuela: “Menuda pieza. Una brujilla total. Con dos años lo larga todo, habla todo, presume orgullosa.
“El día que me muera me he ido feliz, porque he tenido una vida plena, completa, he hecho lo que he querido en cada momento de mi vida. Y eso todo el mundo no lo puede decir. Eso es una gran suerte. Y lo digo con humildad, con ninguna prepotencia, pero es la realidad. He hecho lo que he querido con mi vida. Eso es maravilloso. Entonces, a estas alturas de la vida, sigo conservando esa forma de ser que es que si me caigo, me levanto. Y si me caigo 20 veces, me levanto 20 veces. Porque la vida hay que vivirla. Y no te puedes permitir caer”, desvela en referencia al tremendo varapalo que ha supuesto la muerte de su sobrino.
Compañera de profesión de Bárbara Rey, a la que conoce hace muchísimos años, Norma se muestra cauta al hablar de la publicación de las imágenes y los audios de la vedette con el Rey Juan Carlos: “Yo en esos años estaba trabajando como loca, no tenía tiempo de nada, en el 94 nació mi último hijo, me puse a trabajar 15 días después de haberlo tenido y yo me he dedicado a trabajar. Entonces yo respeto mucho la vida de los demás y por supuesto de los compañeros y compañeras y eso es algo tan personal que yo no soy quien para opinar de ello”, sentencia.
“Tengo aprecio a Bárbara y no, no voy a comentar nada”, ha asegurado, poniéndose en su lugar tras la traición de Ángel Cristo Jr. y mostrándole todo su apoyo tanto a la vedette como a Sofía Cristo -a la que confiesa que tiene incluso más cariño que a su madre- en estos momentos. “A los hijos se les quiere mucho, es muy doloroso, ella sabe que yo la aprecio, nos conocemos hace muchos años y no soy quien para hablar de la vida de los demás”, expresa con cautela.